Los supuestos enemigos ideológicos que se declararon la guerra en la campaña del 2021 y que protagonizaron varios enfrentamientos en el Parlamento durante el gobierno de Pedro Castillo, hoy podrían sellar una alianza para tomar la mesa directiva del Congreso.

Difícilmente Vladimir Cerrón y Keiko Fujimori se hubieran sentado a tomar un café hace un tiempo, pero la política siempre nos puede sorprender.

Pronto, sus respectivos representantes en el Congreso de la República podrían compartir la Mesa Directiva, pues estarían barajando sus cartas y analizando una posible alianza que les dé continuidad al control que tienen sobre el Legislativo.

El congresista perulibrista Waldemar Cerrón ha adelantado que su agrupación no tendría ningún problema de pactar con el fujimorismo.

“No hay ningún problema, porque eso lo decide el Pleno del Congreso. Eso no lo decide Perú Libre. (...) Si el Pleno decide, a través de la votación, que esté Perú Libre, Fuerza Popular, Perú Democrático, (Perú) Bicentenario o el Bloque (Magisterial), es una decisión del Pleno”, dijo Waldemar Cerrón.

De concretarse, estaríamos asistiendo a la oficialización del fujicerronismo y esta es por lo pronto la evidencia más fiel.

Del lado del fujimorismo no ha habido aún pronunciamiento en ese sentido. La parlamentaria Patricia Juárez solo señaló que su bancada no ha descartado la posibilidad de concretar alianzas con otras bancadas.

Una relación difícil pero no tanto

En julio de 2021, Fuerza Popular y Perú Libre llegaron al Congreso como dos opciones completamente opuestas. En teoría, eran los extremos ideológicos, de polos irreconciliables. Uno de derecha y otro de izquierda, pero ambos radicales.

Al inicio sólo se prodigaban insultos y acusaciones, y protagonizaban enfrentamientos mutuos en los que se escuchaba, de un lado, “terrorismo”, y del otro, “Corrupción” y “violaciones de derechos humanos”.

Incluso, un cartel era suficiente para tirarse pullas entre los supuestos enemigos.

En marzo de 2022, mientras el Pleno debatía el segundo proceso de vacancia en contra del ex presidente Pedro Castillo, la congresista fujimorista Leslie Olivos colocó un letrero que decía: “Vacancia Ya”.

El partido del lápiz reclamó y exigió retirarlo, pero la bancada naranja se negó. Los congresistas de Perú Libre dejaron sus escaños y se acercaron hasta el sitio de Fuerza Popular donde se produjeron jaloneos, empujones e insultos. La sesión plenaria fue suspendida hasta que se calmaron las aguas.

Otro altercado ocurrió en agosto de 2021, cuando el congresista naranja Ernesto Bustamante deslizó que los partidos “de enfrente” serían los brazos políticos de Sendero Luminoso. Retiró sus palabras a exigencia de Perú Libre.

En otros plenos, la bancada del lápiz también devolvió los dardos contra Fuerza Popular, llamándolos “obstruccionistas”, “corruptos”, y “dictadores”.

Pero en sus diferencias, Fuerza Popular y Perú Libre han encontrado similitudes. Ninguno de sus líderes actuales, Keiko Fujimori y Vladimir Cerrón, ha llegado a la Presidencia del Perú. Ambos alegan ser perseguidos políticos y manifiestan su rechazo por lo que llaman “caviares”.

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Un pacto no tan “contranatura”

El pasado jueves, la congresista Silvana Robles presentó su renuncia a Perú Libre luego de señalar que no podía aceptar una “unión contranatura con el fujimorismo”.

Un día antes, con 17 votos del partido de Keiko Fujimori y 7 votos de la agrupación de Vladimir Cerrón, el Congreso inhabilitó por cinco años de la función pública a la fiscal suprema Zoraida Ávalos por presuntamente no haber iniciado investigaciones contra el exmandatario Pedro Castillo. Sólo los perulibristas Robles y Alex Flores votaron en contra.

La elección de Josué Gutiérrez como defensor del Pueblo fue otro hecho que marca la cercanía entre el fujimorismo y el cerronismo. Pese a que Gutiérrez no tenía las credenciales para ocupar el cargo, Perú Libre lo lanzó como candidato.

El pacto con Fuerza Popular para su elección se revelaría con una fotografía de un almuerzo entre Gutiérrez y los fujimoristas Miguel Torres y Hernando Guerra García el 30 de enero de 2023. Dos semanas después, la postulación de Gutiérrez tenía el respaldo de la bancada naranja en la comisión especial de elección del defensor del Pueblo, y en mayo, ambas bancadas votaron por él en bloque.

La Sunedu

Las bancadas fujimorista y cerronista son las que más apoyaron el debilitamiento de la reforma universitaria y de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Sunedu).

En julio de 2022, el Congreso, con los votos de ambos grupos, aprobó por insistencia la ley que modificó la conformación del Consejo Directivo de la citada superintendencia, con la cual incorporó a este organismo a representantes de las universidades públicas y privadas. Un hecho que fue calificado como un intento por retornar a la extinta Asamblea Nacional de Rectores.

Desde el primer año

En el primer año de este Congreso ya asomaban coincidencias.

En octubre de 2021, con 23 votos de Fuerza Popular y 24 de Perú Libre, se aprobó suspender las elecciones primarias de cara a las Elecciones Regionales y Municipales de 2022. La excusa de ambas bancadas fue que la pandemia aún era un riesgo latente y la aglomeración de votantes podría propagar el coronavirus.

Señalaron, además, que la norma electoral no respetaba la autonomía de las agrupaciones políticas.

Tras dos años de coincidencias, una alianza por la Mesa Directiva ya no se ve “contranatura”, sino natural.

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