Solo entre marzo y abril, la entidad ha gastado 3 millones y medio de soles en órdenes de servicio.
Uno de los argumentos repetidos hasta el cansancio por los promotores de la contrarreforma universitaria era que la SUNEDU despilfarraba el dinero público en consultorías a dedo; una afirmación que nunca pudieron demostrar con pruebas. Sin embargo, la información contable de la institución revela que inmediatamente después de instalado su nuevo Consejo Directivo, a fines de febrero, los gastos de la institución en órdenes de servicio resultan exorbitantes.
Hay casos que llaman la atención, como la contratación de cinco personas diferentes con cinco órdenes de servicio distintas para hacer el mismo trabajo: evaluar la solicitud de licenciamiento de una universidad. También hay otro gasto de más de 10 mil soles para una persona que reciba a las visitas. En otros casos, los gastos se han dirigido a beneficiar económicamente a los enemigos de la reforma universitaria.
Por ejemplo, el contrarreformista Juan Antonio Bazán Chávez fue contratado como moderador de dos conferencias: el 13 de abril por un monto de S/ 5,000 y el 19 del mismo mes por otros S/ 2,500.
Bazán Chávez es docente de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y miembro de la asamblea universitaria que preside la rectora Jeri Ramón, a quien Bazán respaldó en su campaña de demolición contra contra la reforma universitaria. Además, Bazán fue candidato al Congreso por el partido Contigo en el año 2020 y su principal promesa de campaña era desactivar la SUNEDU.
Otro allegado a los contrarreformistas contratado por SUNEDU, pero esta vez como conferencista, es el exmagistrado del Tribunal Constitucional, Gerardo Eto Cruz, quien cobró S/ 5,000 por un servicio de conferencista, el 14 de abril.
El evento moderado por el contrarreformista Juan Antonio Bazán Chávez y en el que Gerardo Eto Cruz ofreció una “conferencia magistral” fue una mesa de trabajo con los rectores de las universidades públicas y privadas “para conversar sobre los nuevos retos por una mejor educación”, que se llevó a cabo el 12 y 13 de abril.
El día previo al evento, la institución contrató a la empresa KMJK S.A.C. para dos servicios: “llevar a cabo la producción audiovisual y de streaming en vivo para la mesa de trabajo”, por S/ 36,769; y un “almuerzo buffet para mesa de trabajo con universidades públicas y privadas”, por S/ 20,650.
La nueva SUNEDU no solo despilfarra en moderadores, conferencistas y buffets; sino que también ha contratado, por ejemplo, los servicios de una persona para el “pintado de paredes del cerco perimétrico y paredes exteriores del local institucional” por un monto de S/ 38,940 y para el “mantenimiento de puertas, ventanas y rejas de metal” por otros S/ 25,558.
Una de las críticas, sin fundamento, de los enemigos de la reforma universitaria era que SUNEDU despilfarraba dinero público en consultorías y que este era un trabajo que podían realizar los propios trabajadores de la institución, sin necesidad de contratar a técnicos o especialistas a través de órdenes de servicio.
La nueva SUNEDU, para el servicio de “elaboración de matriz de análisis de información que contenga la sistematización, reporte y análisis de la información remitida por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo”, contrató los servicios de cinco personas por montos que oscilan entre los S/ 10,000 y los S/ 17,000.
La orden de servicio de Diana Flavia Becerra Espinoza es por S/ 10,000; la de Antonio Geldres Hidaldo es por S/ 11,600; la de José Salcedo Panesi es por S/ 14,000, la de Vladimir García Contreras es por S/16,000 y la orden de servicio de Fioretti Llanina Saavedra Grandez, por S/ 17,000. En total, Sunedu desembolsó S/ 68,600 por un servicio de análisis de información que, siguiendo la lógica de los mismos contrarreformistas, podría ser realizado por los técnicos de la misma institución.
Eso no es todo. Para el servicio de “elaboración de la matriz de análisis para evaluar la solicitud de licenciamiento de la Universidad del Centro”, la SUNEDU contrató a tres personas: Sonia Gálvez Marines, con una orden de servicio por S/ 16,000 soles; Julio Hernández Del Águila, por S/ 9,000, y Jackeline Espinoza Alzamora, por otros S/ 14,000. En total, S/ 39,000.
Llama poderosamente la atención que la institución contrate servicios de “apoyo en la recepción de visitas” por S/ 10,500; o dos órdenes de servicio por apoyo administrativo para la alta dirección por S/ 21,000 y S/ 24,000.
Solo en el mes de marzo SUNEDU pagó por órdenes de servicio un total de S/ 721,490 y en el mes de abril, el gasto ascendió a S/ 2,712,685. En total, la institución ha gastado en sólo sus dos primeros meses y solo por órdenes de servicio S/ 3,434,175. ¿Está justificada la contratación de todos estos servicios?
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Alejandra García
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