Las autoridades peruanas que claman por importar el Plan Bukele para combatir la criminalidad deberían saber, si es que no lo saben, que el Departamento de Justicia de Estados Unidos denunció, el pasado mes de noviembre, un acuerdo secreto entre el gobierno de Nayib Bukele y la cúpula de la Mara Salvatrucha 13. Bukele les ofreció protección y un trato preferencial a cambio de cesar la violencia en El Salvador. Los detalles del pacto Bukele - Salvatrucha 13 en esta nota.
El denominado Plan Bukele parece estar cada vez más cerca de replicarse en el Perú, solo hay que escuchar al premier Otárola, al presidente del Poder Judicial, o al alcalde de Lima Rafael López Aliaga hace unos meses. Han hablado de las bondades del Plan Bukele sin reparar en la violación de los Derechos Humanos que este trae consigo. Este lunes ha llegado a Lima una delegación salvadoreña, liderada por Gustavo Acevedo, alcalde de Santa Ana por el partido Nuevas Ideas de Bukele, para participar en una conferencia donde se analizarán “estrategias para reducir la criminalidad en el Perú”. El evento está siendo promovido por la organización Misión Internacional de Ciudades Seguras y el alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima, Rafael López Aliaga.
En abril de este año, López Aliaga dijo: “creo que ya tenemos que coordinar con el Ministerio de Defensa para sacar a los militares a la calle porque el tema está desmadrado, creo que tenemos que pasar a una Fase 2 como ya se ha hecho en otros países como El Salvador, donde Bukele sacó al Ejército”, sin embargo, la semana pasada se desdijo.
El pasado 23 de febrero un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que el gobierno del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, pactó en secreto en el 2019 con los principales cabecillas de la pandilla Mara Salvatrucha 13 (MS-13). Les ofreció beneficios económicos, mejores condiciones carcelarias e incluso la libertad, a cambio de recibir su apoyo político y de reducir la violencia en las calles de El Salvador.
El documento, difundido por el medio digital salvadoreño El Faro, se basa en una acusación fiscal de Estados Unidos que busca la extradición de trece miembros de la denominada Ranfla Nacional, cúpula de la MS-13, por los presuntos delitos de crimen organizado, conspiración para cometer actos de terrorismo y narcoterrorismo.
“La Ranfla Nacional demandó que el Gobierno de El Salvador se negara a extraditar a los líderes de la MS-13. (...) A cambio, los líderes de la MS-13 aceptaron reducir la cifra pública de homicidios en El Salvador, lo que benefició políticamente al Gobierno de El Salvador, creando la percepción de que el Gobierno había reducido la tasa de homicidios”, indica.
El informe del Departamento de Estado también señala que el gobierno de Bukele liberó a Élmer Canales Rivera, alias "Crook", integrante de la Ranfla Nacional, a pesar de tener vigente una condena por homicidio y de que Estados Unidos había solicitado formalmente su extradición.
“Crook” habría sido localizado en México por las autoridades de dicho país y las de Estados Unidos, según investigaciones periodísticas; sin embargo, hasta la fecha no hay información sobre su posible captura y detención. Alias “Crook” estaría implicado en uno de los casos judiciales más importantes contra la pandilla: la Operación Cuscatlán, una investigación que revisa las posibles negociaciones entre políticos de El Salvador y la MS-13 en el 2014, según El Faro.
El mismo día que se hizo público el informe, los fiscales estadounidenses, con el apoyo del Gobierno de México, lograron la captura de tres de los trece líderes de la MS-13: Vladimir Arévalo Chávez, alias “Vampiro de Monserrat”; Walter Hernandez Rivera, “Baxter de Park View” o “Bastard de Park View”; y Marlon Menjivar Portillo, “Rojo de Park View”, quienes dirigieron el “Programa México”, creado en el 2015 para expandir la influencia de la pandilla.
Mira también:
Redacción Epicentro
Audios comprometedores
El gobierno norteamericano no se anda con medias tintas y señala con nombres y apellidos a los dos altos funcionarios salvadoreños encargados de negociar con la Mara 13. Uno es Osiris Luna, director general de prisiones y, el otro, Carlos Marroquín, director de la unidad de Reconstrucción de Tejido Social.
De acuerdo con la investigación del Departamento de Estado, Luna y Marroquín lograron el objetivo: una drástica reducción de homicidios a cargo de las pandillas, lo que ayudó a subir la popularidad del presidente Bukele. Por su lado, la Mara Salvatrucha 13 garantizó el apoyo del partido del presidente Bukele, Nuevas Ideas, en las elecciones municipales y legislativas de febrero de 2021. Algo que así sucedió.
Los funcionarios Luna y Marroquín, según el medio El Faro, serían muy cercanos al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y ya habrían sido sancionados en diciembre de 2021 por el Departamento de Estado.
Cabe recordar, que en mayo del año pasado, el mencionado medio salvadoreño presentó una serie de audios donde se escucharía a Marroquín diciendo que él había liberado a “Crook” y que lo había llevado a Guatemala para demostrar “lealtad y confianza” a la Mara 13.
Lee también:
Redacción Epicentro
Bukele negociaba con la MS-13 desde que fue alcalde
Otra investigación de El Faro sostiene que el presidente Bukele negociaba con las pandillas desde que fue alcalde de San Salvador entre mayo de 2015 y abril de 2018.
En diciembre de 2015, la Policía salvadoreña documentó un encuentro entre dos funcionarios de la Alcaldía de San Salvador, entonces dirigida por Nayib Bukele, y dos miembros de la Mara Salvatrucha 13.
Se trataba del entonces concejal Mario Durán y su “hombre de confianza” Carlos Marroquín; y de los pandilleros Edwin Ernesto Cedillos Rodríguez, conocido como “Renuente”, dedicado a la compra ilegal de decenas de fusiles para su pandilla y la planificación del asesinato de funcionarios públicos, y “White de Iberias”, que en aquel momento aún no pertenecía a la cúpula de la organización, según el portal salvadoreño. Actualmente, Durán es alcalde de San Salvador por el partido de Bukele, Nuevas Ideas.
Según la investigación difundida por el Faro, el éxito en la reducción de las cifras de homicidio en El Salvador tiene entre sus causas una negociación del gobierno de Nayib Bukele con los cabecillas de la temida MS-13, quienes pagaron beneficios carcelarios —y hasta la libertad— llamando a sus huestes a ponerle una pausa al terror que sembraban el el país centroamericano; una pausa que fue producto de una negociación que podría romperse en cualquier momento.
Te puede interesar:
Redacción Epicentro
