Fiscalía exoneró a los 192 detenidos en San Marcos: no cometieron delitos
El desalojo de la Universidad Mayor de San Marcos en enero pasado se realizó a partir de una denuncia de la Universidad según la cual hubo violencia en el ingreso, daños y disturbios. La investigación estableció que el único daño probado fue el del candado de la reja que rompieron los estudiantes para ingresar, que no hubo violencia y menos disturbios. El daño mas grave, por el que nadie pagará, fue la puerta tumbada por la tanqueta policial.
Esta es la historia de un comando policial que luchó contra un enemigo inexistente. A las 7 de la mañana del 21 de enero, 560 efectivos policiales entraron a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, tumbaron la puerta con una tanqueta y detuvieron con una fuerza arrasadora a 192 personas con cargos de usurpación agravada, daños y disturbios. Siete meses después, la Fiscalía estableció que no hubo usurpación, ni daño, ni disturbios. La resolución fiscal tiene detalles que confirman las arbitrariedades cometidas.
La Fiscalía hace el recuento de los efectivos policiales que participaron en la operación: la División de Servicios Especiales de la Región Policial de Lima (DIVSERESP), El Grupo de Intervenciones Rápidas (GIR), el Departamento de Servicios Especiales Centro Águilas, el Departamento de Servicios Especiales Este Leopardos, DIRINCRI, DIRCOCOR, DIRCOTE, DIRILA, Unidad de Explosivos UDEX, Unidad de Rescate, Unidad de Emergencia Centro, Unidad de Emergencia del Grupo Cobras, Escuadrón Verde y la División de Investigaciones en Asuntos Sociales. Muchos títulos y muchas siglas para este resultado.
La Fiscalía recogió los testimonios de los oficiales responsables de todos los equipos policiales quienes en general se ratificaron en los partes policiales y sostuvieron, por ejemplo, que no vieron evidencias de daños en la Universidad y que no encontraron armas de ningún tipo.
La operación policial se ordenó tras la denuncia que hizo Marco Antonio Tovar Raqui, apoderado de la Universidad San Marcos quien sostuvo que se había presentado una incursión violenta en la Puerta 3 de la Universidad. Sin embargo, en la declaración ante la Fiscalía, Tovar dijo que solo tuvo un reporte verbal del jefe de seguridad Carlos Fretel Martínez quien le hizo el reporte de la “violencia”. En su posterior declaración, Fretel sostuvo que “la Federación Universitaria de San Marcos comenzó a retirar a los vigilantes de la puerta número 03, pero no han agredido a ninguna persona. No han golpeado al personal de seguridad. Solo han causado un daño al candado de la puerta de ingreso a la UNMSM”. Fretel tampoco tiene conocimiento de que los detenidos hayan despojado de sus bienes a los residentes de la Universidad ni que hayan usado armas, instrumentos o sustancias peligrosas.
La Fiscalía analizó videos y declaraciones y llegó a la conclusión de que no es posible acreditar una incursión violenta: “no hay un dato objetivo que evidencie la existencia de la violencia y amenaza y mucho menos que ésta haya sido dirigida contra una persona determinada o cierta”.
Tampoco hubo daños
Otra de las acusaciones iniciales contra los detenidos era que habían causado daños a la infraestructura de la Universidad. El jefe de seguridad entregó un reporte de daños de cámaras, candados, chalecos de los encargados de seguridad y 8 radios por un valor de 17 mil soles. Lo único que está acreditado es la rotura del candado de la puerta 3 para ingresar. La Fiscalía no da credibilidad a esa versión pues no se entregaron evidencias que la corroboraran y lo que sí hay son testimonios de responsables de áreas de la Universidad, como el gimnasio en donde inicialmente se dijo que habían ocurrido graves daños, pero luego quedó establecido que eso no fue cierto.
La conclusión de la Fiscalía en este caso es contundente: “no está evidenciada, mínimamente, la participación de los investigados en la causación de los daños denunciados. Ello es así, no solo porque no se puede dañar un bien que no preexista, como en el presente caso, sino porque no hay elemento de convicción que evidencie que los investigados hayan dirigido su fuerza física para dañar un bien de la UNMSM”.
No hubo disturbios
A los detenidos en la Universidad de San Marcos les atribuyeron también el delito de disturbios. La Fiscalía tomó la declaración de todos los detenidos, la mayoría de los cuales se acogieron a su derecho a guardar silencio. Sin embargo, varios de ellos declararon que vivían en la Universidad y fueron detenidos dentro de sus habitaciones o que habían ingresado por invitación de la Federación Universitaria. Ninguno de los efectivos policiales que declararon sostuvo que fue testigo de hechos violentos ni de disturbios.
La Fiscalía señala que el delito de disturbios requiere la existencia de una reunión tumultuaria en la que actúan de forma desordenada, confusa y violenta y que este no fue el caso: “es de inferirse que estaban en el campo universitario para poder pernoctar y alimentarse; de manera que en dicha sede no estaban reunidos tumultuariamente de manera desordenada y violenta. (...) No hay evidencia de que los investigados hayan causado lesiones o daños a la integridad física de personas o a los bienes públicos de la UNMSM o bienes privados”.
La decisión fiscal exonera a los 192 detenidos porque los delitos no existieron. Aunque, viéndolo bien, sí hubo un daño: la destrucción de la puerta principal que hicieron los policías cuando ingresaron con una tanqueta a la Universidad.
Te puede interesar:
Clara Elvira Ospina Garzón
Periodista colombiana con 30 años de experiencia. Fue directora de Noticias RCN en Colombia y de América Televisión y Canal N en Perú.