La resolución judicial que autoriza 14 allanamientos y descerrajes en desarrollo de la investigación contra “El Club de las Farmacéuticas”, una presunta organización criminal que estaría liderada por la Presidenta de Essalud, Fiorella Molinelli contiene escandalosos detalles sobre lo que parece una enorme colusión para estafar con los precarios recursos de la salud pública.

Epicentro Tv tuvo acceso a la resolución del Primer juzgado de investigación preparatoria especializado en delitos de corrupción de funcionarios y crimen organizado de Lima.

Los investigados para quienes se autorizó allanamientos y descerrajes son:
Fiorella Molinelli Aristondo, Alfredo Roberto Barredo Moyano, Carolina Cabanillas Horna, Cesar Eduardo Carreño Díaz, Jorge Pacífico Polanco Zevallos, Marco Antonio Ortiz De la Cruz, Rafael Jaime Sotelo Zorrilla, funcionarios de Essalud. Y los particulares Manuel Luis Altamirano Ramírez, José Nicanor Chuquihuaranga, Rocky Jim Carrillo, Jorge Máximo del Busto Herrera, Duilio Daniel Mesinas Chiara, Bertha Veronica Angeles Chumacero y Alfonso Máximo Wun García.

Según la resolución judicial, los funcionarios de Essalud implicados utilizaban la información a la que tenían acceso en la entidad para informales qué requerimientos de elementos tenía Essalud para ayudarles a que ganaran la buena pro y facilitar la entrega de los bienes sin mayores controles.

La resolución señala a Fiorella Molinelli , como líder de la organización criminal "El Club de las Farmacéuticas", quien presuntamente junto con los demás daba apariencia de legalidad a los actos y facilitaba las contrataciones directas.
Todo empezó con información que detectaron mediante las escuchas legales obtenidas en desarrollo de la investigación contra la organización criminal “Los Gángsters de la Política” de Jose Luna Gálvez. Después, el 6 de agosto de 2020, por orden del juez Juan Carlos Balbuena, se dispuso la ampliación de la investigación y ahí empezaron a aparecer nuevos indicios de la presunta colusión en Essalud.
Los particulares investigados son los responsables de las empresas contratistas Importadores Vía Ayaychang SAC y Tecnología Nacional e Industrial SA (Tecnasa). Los primeros vendieron lentes antisalpicaduras y Tecnasa vendió Tomógrafos de Emergencia.

La investigación se centra en tres contrataciones Directas: la 168 y 342 para Compra de Lentes anti Salpicaduras a la empresa Vía Ayaychang por S/ 9.673.237 y por S/ 5.940.000 soles respectivamente, y la adquisición de tomógrafos de emergencia a Tecnología Nacional e Industrial SA Tecnasa por S/13.380.000.
Escuchas legales evidenciaron que “Fiorella Molinelli tendría vínculo cercano amical con Manuel Altamirano, un reconocido gestor de publicidad."

Las indagaciones establecieron que Altamirano y el fallecido Fernando Teodoro Obregón Mansilla hicieron los contactos con los funcionarios de Essalud para ingresar bienes adquiridos sin los controles adecuados y facilitar el otorgamiento de la buena pro para las dos empresas.
Altamirano habría creado la empresa Vía Ayaychang como fachada de la empresa de su esposa, Speddymen’s que esta sancionada por la OSCE desde el año 2015. En 2020 se transformaron en Vía Ayaychang para convertirse en proveedores de productos médicos para Essalud.
La empresa Tecnasa representada por Jorge Mario del Busto Herrera y Duilio Mesinas Chiabra habría sobrevalorado los tomógrafos de emergencia, para esta compra también las coordinaciones fueron hechas por Manuel Altamirano, según se evidencia en las escuchas legales.

Salpicados con los lentes
En esta primera parte están los detalles de la venta a Essalud de 449 mil lentes anti salpicadura en un proceso completamente salpicado por irregularidades.
Las escuchas legales han permitido a los investigadores establecer varios hechos escandalosos. Las entregas fueron hechas en forma desordenada, irregular y anti técnica: muchos lentes estaban dañados, se hizo una única orden de remisión a pesar de que no se trató de una única entrega, las cajas estaban mal etiquetadas o directamente sin etiquetas. Posterior a la entrega de los lentes empezó el proceso de regularización de la compra y las escuchas ilegales han establecido que varios funcionarios de Essalud ayudaron a los proveedores a subsanar errores y a darle apariencia de legalidad al proceso.
El primer contrato de los lentes de seguridad contra salpicaduras se firmó entre Essalud y Vía Ayaychang el 1 de octubre de 2020 por S/ 9.673.237. El objetivo era comprar 449.918 unidades de lentes, que fueron ingresados a los almacenes de Essalud muchos en mal estado y otros en cajas sin etiquetado. La empresa Q Medical fue la responsable de valorar los lentes en 23 soles cada uno pero finalmente se vendieron en S/ 21.50 para no superar el monto autorizado para las contrataciones directas.

La Fiscalía estableció que solo se presentó una empresa, la ganadora, y que era necesario que hubiera al menos dos oferentes. Los investigadores sostienen que hubo coordinaciones con los funcionarios de contrataciones, presuntamente bajo indicaciones de Molinelli, para que el contratista modificara algunos elementos de la propuesta y pudieran darle la buena pro. Además les habrían enviado el proyecto de las bases de la contratación para que ellos las conocieran antes de que la entidad las publicara. Adicionalmente autorizaron que se entregaran los lentes con una única orden de remisión, cuando las entregas se hicieron por partes.
En el tema de las entregas, las escuchas develan pago de coimas para facilitar el proceso. Aquí, algunos apartes de las conversaciones.
El juez transcribe una conversación en la que Fernando Obregón de la empresa Ayaychang y Rafael Jaime Sotelo, encargado del almacén Salog de Essalud, hablan el 10 de agosto y coordinan cómo entregar los lentes, sin que los cuenten.
Rafael dice: “ya todo está arreglado, nosotros no, no lo vamos a contar, nada mas va a hacer la finta, igual lo vamos a meter”.
En otra conversación, Fernando Obregón y Rocky Carrillo, su mano derecha, coordinan como entregar lentes “chancaditos”, mezclados con los que están buenos.

Rocky dice: “45 mil lentes, ok, o sea, te doy cuarenta y dos mil lentes buenos y tres mil ya, ya champeados, ya”. Y Fernando contesta: “ya chancaditos”, a lo que Rocky contesta: “chancaditos, poco a poco, nada más” y Fernando concluye con una sutileza: “alternativos, así hay que decirles, alternativos”.

El 11 de agosto, Fernando Obregón y Manuel Altamirano hablan de coordinar con alguien conocido como Deivis las entregas de los lentes, dos camiones por semana, lo cual confirmaría la concertación al margen de las condiciones contractuales.
Ese mismo día, en otra conversación con el chofer que lleva los lentes para entregarlos, Fernando Obregón dice: “estoy cerca del cajero para pagar las coimas”. El chofer, Juan José Guzman Ayala, le dice: “no te veo” y Fernando contesta: “en Minka, adentro, estoy sacando del cajero para pagar las dos coimas. De ahí voy, si no para coordinar. Ya coordiné todo, weon, antes de las dos estamos fuera”. Eran las 9 y 12 de la noche y él estaba seguro de que todo sería expedito. La agilidad que proporciona el dinero.
El 12 de agosto, es un día intenso de conversaciones para Fernando Obregón. Primero coordina con Rocky quien le dice que el día anterior ha entregado 3 mil lentes “sin revisión” y agrega que “los voy a seguir cabeceando” . Después, habla con Rafael Sotelo sobre lo rápido que esta resultando el proceso de entrega gracias a la gestión de Juan José Gomez Ayala, otro responsable en el almacén de Essalud. Rafael es quien agiliza el proceso.
El 13 de agosto se encuentran con un obstáculo que haría “subir la tarifa”. Las cajas están mal rotuladas. Obregón habla con alguien apenas identificado como Carlos y le dice: “Si sigue así, va a subir la tarifa”, Carlos se ríe y le pregunta “¿Qué has llevado? Has llevado cualquier cosa”. A lo que Obregón contesta: “no, la rotulada ya, puta los billetes que han entrado hoy están hasta el culo, pero igual han pasado”. Un día después habla con Christian Alcántara quien le comenta las fallas de rotulación de las cajas: “ya entonces no rotulamos ninguno, porque están que nos miran como pollo a la brasa como para dar la tarifa, yo creo que van a tener que hacer lo mismo que ayer” y siguen hablando de las dificultades para rotular las cajas porque tienen papel pero no tienen cinta, entonces Fernando encuentra la clave mágica, la de siempre: “tendré que hablarle al pata y ofrecerle más”.
Efectivamente, querían subir la tarifa y Obregón se desahoga con quien los investigadores sospechan que sería su esposa: “quieren subir la tarifa, me están aguantando, me maltratan ahora para subir la tarifa, son tan conchudos que me han mandado un mensaje de voz”.

Posteriormente llegó el proceso de regularización de la compra. Las conversaciones de los representantes de la empresa con los funcionarios de Essalud demuestran una especie de sumisión de los funcionarios a los empresarios. Les envían documentos vía WhatsApp para que corrijan errores, les alertan que les faltan requisitos, les explican como subsanar. 
La empresa Vía Ayaychang hizo un negocio redondo. Los investigadores han constatado la sobrevaloración de los lentes que es quizá el asunto más escandaloso. La empresa Vía Ayaychang no hizo ninguna importación de lentes, pero sí lo hizo la empresa Speddymen’s , la empresa de Bertha Verónica Angeles Chumacero, la esposa de Manuel Altamirano, que los trajo a Perú desde China por un valor unitario de 0,75 centavos de dólar, unos 2,88 soles. A Essalud se los vendieron a 21,50 soles cada uno. Es decir que los 449.918 lentes les costaron S/1.295.763.84 y los vendieron por S/ 9.673.237. 8 millones de soles de ganancia.

Un negocio redondo.

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