La Encuesta Proética 2022 confirma que el Congreso sigue siendo considerado como la institución más corrupta. El gobierno nacional sube dramáticamente en ese indicador. Los ciudadanos pierden la confianza en que la lucha contra la corrupción sea efectiva en los próximos 5 años.

La desesperación en la lucha contra la corrupción se apodera de los peruanos. Es la conclusión más impactante de la Encuesta Proética 2022 publicada este viernes. Hoy 81 de cada 100 peruanos considerando que la corrupción ha amenazado en los últimos 5 años, 53 de cada 100 cree que seguirá aumentando en los próximos 5 años y solo 10 de cada 100 cree que se reducirá en los próximos 5 años.

La encuesta anual de Ipsos Perú para Proética señala por primera vez en 20 años al gobierno nacional como una de las instituciones más corruptas, con un 42 por ciento. En 2019 solo el 10 por ciento mejoraron al gobierno central como una institución corrupta. El Congreso sigue siendo considerada la institución más corrupta a pesar de que pasa del 76 por ciento que tenía en el 2019 al 60 por ciento del 2022. La reducción sensible en la percepción de corrupción en las instituciones está en el Poder Judicial, que pasa del 47 por ciento del 2019 al 34 en este 2022.

La encuesta muestra que en el 2017 el 44 por ciento de los encuestados le atribuía al gobierno central la responsabilidad de luchar contra la corrupción, pero ahora solo el 22 por ciento cree que deba hacerlo el gobierno y más bien ese indicador sube en el caso del Poder Judicial, la Fiscalía y el Congreso. En el 2017, el 15 por ciento le atribuía esa responsabilidad al Poder Judicial y ese indicador ha subido al 35 por ciento. La Fiscalía pasa del 8 por ciento del 2017 al 34 por ciento en el 2022 y el Congreso, del 15 al 31 por ciento.  

En relación con el compromiso del gobierno del presidente Pedro Castillo en la lucha contra la corrupción, la valoración es mala. El 81 por ciento considera que el gobierno es poco o nada eficaz en esa lucha y el 18 por ciento considera que es muy o algo eficaz.

La encuesta también se ocupa de las expectativas de los ciudadanos de cara a las elecciones locales y regionales del 2 de octubre. El dato más relevante parece derribar ese doloroso mito del roba pero hace obra, pues el 69 por ciento de los encuestados considera que su candidato debería ser honesto aunque no sea eficiente y solo el 19 prefiere que sea eficiente aunque no sea honesto.

Los ciudadanos son conscientes del devastador efecto de la tala ilegal en el país y su relación con la corrupción. Así, el 92 por ciento de los encuestados considera que la deforestación y la tala son problemas graves y muy graves y 82 por ciento considera que el Estado peruano no hace lo suficiente para luchar contra este flagelo. El 60 por ciento lo atribuye a la corrupción.

La encuesta pregunta a los ciudadanos cuáles son los tres principales problemas del país y el primer de ellos es la delincuencia, el segundo la corrupción y el tercero la crisis política, un indicador que ha crecido sostenidamente desde 2013 cuando estaba en 13 por ciento al 37 por ciento del 2022.

La defensora del pueblo encargada, Eliana Revollar, llamó la atención sobre la normalización de la percepción de corrupción, al referirse al índice de propensión a la corrupción elaborado a partir de varias preguntas de la encuesta. El índice de propensión a la corrupción mide el grado de cercanía de la población con actitudes y experiencias de corrupción cotidiana o transgresión. El 15 por ciento de los peruanos registran un alto índice de propensión a la corrupción, el 31 por ciento, propensión media y el 54 por ciento, propensión baja. En el informe desglosado por sexo, las mujeres aparecen con menor propensión a la corrupción que los hombres y a nivel socioeconómico, según la encuesta, hay mayor propensión en el segmento DE que en el AB.

La presidenta de la Cámara de Comercio de Lima, Rosa Bueno, se refirió al riesgo de que la situación económica cada vez más complicada haga que se reduzca la preocupación por los valores. También señaló que los empresarios son conscientes de que tienen que trabajar en la lucha contra la corrupción y que cada vez entienden más que no se puede ver el problema como cuerdas separadas entre el gobierno y la empresa privada. Bueno sostuvo que el problema principal radica en que los ciudadanos siguen eligiendo a los mismos con los mismos problemas porque el sistema lo permite y porque no hay una cultura de integridad.

“La corrupción está enquistada en la sociedad peruana”, dijo el gobernador de Cusco y presidente de la Asamblea de Gobernadores, Jean Paul Benavente quien aseguró que desde el primer día que los gobernadores llegan al cargo los ciudadanos ya los consideran corruptos y dijo que, sin desconocer que hay casos graves, hay que reconocer que hay funcionarios honestos pero los ciudadanos los califican a todos por igual. Por eso, dijo, es necesario trabajar en la percepción que tienen los ciudadanos y aseguró que esa es tarea para todos, especialmente los medios de comunicación y la Defensoría del Pueblo. Agregó que hay una especie de “miedocracia”, que hace que los funcionarios teman a tomar decisiones por el riesgo a terminar involucrados en una investigación porque muchas veces se extreman unos controles sin tomar en cuenta las condiciones y complican los procesos administrativos en las regiones.

Durante la presentación del informe.

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Encuesta Proética 2022

El director ejecutivo de Proética, Samuel Rotta, señaló que más allá de una necesaria salida al entrampamiento político, es indispensable garantizar que no se siga retrocediendo en las reformas que se habían iniciado en años anteriores, en particular la modernización del servicio civil, la función de la integridad pública, la justicia, el financiamiento de la política, la transparencia y el acceso a la información pública o el control gubernamental.

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