El presidente Pedro Castillo no concedía una entrevista desde el pasado 25 de enero, donde tuvo una performance inolvidable con el periodista Fernando del Rincón en CNN en Español. Este domingo ha reaparecido en la televisión del Estado. La conversación, de más de una hora, ha estado llena de lugares comunes, de negaciones de lo evidente y de lamentos sobre la historia del Perú en un intento de justificar la situación del país y de su gobierno.

Castillo negó de manera ofensiva lo evidente, por ejemplo, al hablar de su exsecretario general de palacio, el hoy prófugo Bruno Pacheco. A pesar de que hay un acta oficial del decomiso de 20 mil dólares encontrados en el baño de la oficina del entonces secretario general de Palacio, dinero que el propio Pacheco y su abogado han admitido y han tratado de justificar, el presidente pone en duda el hallazgo. "No me consta", dijo sin sonrojarse al referirse a los dólares de su amigo. En vez de asumir su responsabilidad, Castillo en diálogo con el director periodístico de TV Perú, Julio Navarro, aseguró que luego de lo ocurrido con sus allegados como Bruno Pacheco, sus sobrinos y su amigo el exministro Juan Silva, ahora tiene reparos hasta de lo que pueden estar haciendo o de las intenciones de sus ministros. Si él no confía en su gente, cómo la gente va a confiar que el país es viable con él a la cabeza.

El mandatario niega su participación en actos delincuenciales y asegura que nunca ha dado ordenes que nunca ha dado órdenes para que colaboradores o sus allegados se involucren en casos de corrupción. En referencia al hoy aspirante a colaborador eficaz, Zamir Villaverde, quien esta declarando desde la cárcel, Castillo señala que pretenden enlodarlo en actos de corrupción en los que él no tiene nada que ver. Sobre el prófugo exministro Juan Silva, se limito a decir que por más amigos que sean, tendrá que darle explicaciones a la Justicia. Eso sí, no condenó ni su comportamiento al frente del ministerio ni el hecho de que se haya fugado.

Sobre la investigación que ha abierto en su contra el Fiscal de la Nación, Pedro Sánchez, Castillo aseguró que acudirá al llamado fiscal pese a los pedidos hechos por su defensa para dejar en stand by el caso mientras él ocupe la presidencia.

Como si los asuntos de Estado se sostuvieran únicamente en la palabra y las relaciones de confianza, el presidente sostiene que si alguien traiciona la confianza que le otorgan, la culpa es de quien traiciona y no de quien la da.  Es decir, despercudiéndose de la responsabilidad política que tiene, asegura que no tiene la culpa de lo que han hecho personas a quienes les ha otorgado la confianza para ser ministros o altos cargos en el Estado. “Hemos creído en la palabra de la persona” ha sido una de las frases mas repetidas por el presidente.

Pese a las evidencias, Castillo negó que el secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, tenga injerencia en su gobierno y en la designación de cargos en el Estado.

Llama la atención la condescendencia con la que el presidente se refiere a personas investigadas por actos de corrupción en su gobierno como es el caso de los congresistas de Acción Popular conocidos como “Los Niños” contra quienes pesa incluso un impedimento de salida del país.

Sobre la tortuosa relación con el Congreso volvió a lanzar su rosario de frases hechas llamando a la unidad y al trabajo conjunto por el bien del país. Eso sí, no perdió la oportunidad para decir que hay una parte del Congreso que tiene una agenda propia destinada a demolerlo pero dijo estar convencido de que el pueblo sabe quién es quién, por lo que él no va a entrar en esa confrontación. Reiteró que es un presidente democrático y ante la pregunta de si piensa cerrar el Congreso, negó que tenga la intención de pechar al Legislativo.

Igual de confuso se mostró a la hora de responder sobre la reforma a la Sunedu impulsada desde el Congreso. Aquí esta su declaración para que ustedes hagan libre interpretación.

Uno de los pocos anuncios que hizo el presidente fue su voluntad de que PetroPerú tenga grifos como mecanismo para enfrentar el alto precio de los combustibles.

La semana pasada se confirmó que AGRO RURAL declaró desierto el proceso para la compra de 348 millones de soles en fertilizantes y además se supo que realizar un nuevo proceso llevaría al menos 70 días. Sin embargo, en la entrevista con el canal del Estado, Castillo aseguró que el gobierno ya ha concretado la compra de fertilizantes a una empresa brasileña y que el reparto del mismo se empezará a hacer en las próximas semanas.

Inaudita fue la respuesta sobre los logros de su gobierno. Castillo dijo que son dos: la vacunación y el regreso a la presencialidad en los colegios. Lo que no dice el presidente es que las vacunas estaban compradas y negociadas por su antecesor, Francisco Sagasti, y que el plan de retorno a la presencialidad también lo heredó.

Castillo, declarado presidente de izquierda, sorprendió la semana pasada al terminar su discurso en la Cumbre de las Américas en Los Ángeles con el lema de la Doctrina Monroe “América para los Americanos” y este domingo anunció entusiasmado que Jill Biden, la esposa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, vendrá al Perú para conocer su programa de acceso directo a la universidad.

Sin embargo, aseguró que va a seguir estudiando, pero evadió la pregunta sobre el plagio en su tesis. Negó que hubiese un gabinete en la sombra pero no tuvo problemas en reconocer que sus consejeros son un viejo maestro, su esposa, sus hijos y sus padres.

Insistió por activa y pasiva en que la corrupción es un mal heredado y que a él nunca lo vamos a ver involucrado en ningún delito.

A pesar de la opinión mayoritaria favorable al adelanto de elecciones y del que "se vayan todos", de que 65% de la población considera que Castillo no terminará su gobierno y que es junto a Keiko Fujimori y Vladimir Cerrón uno de los políticos más nefastos para el país (según última encuesta de IEP), Castillo dijo que no solo terminará su mandato, sino que terminará con las brechas sociales.

El presidente lucia cómodo en la entrevista. Llevaba más de 4 meses sin conceder una y más de 100 días sin responder los cuestionamientos de la prensa en los actos públicos. Aseguró que esta ha sido una decisión suya porque “respetos guardan respetos” y los medios de comunicación lo han tachado sib fundamento de terruco, comunista y corrupto. Dijo haber volteado la página y estar dipuesta a  iniciar otra relación con los medios de comunicación porque asegura ser un defensor de la libertad de prensa. Un "Castillo" en el aire es lo que hemos visto esta mañana de domingo.

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