En el último proceso de ascenso a fiscales supremos, la fiscal Patricia Benavides no consignó ante la Junta Nacional de Justicia estudios de idioma extranjero y no obtuvo ni un punto; en el año 2010, durante el proceso de ratificación al que la sometió el extinto Consejo Nacional de Magistratura, sí acreditó idiomas inglés y quechua. ¿Qué ocurrió? Los detalles en este nuevo informe.
El idioma extranjero y el nativo (en el caso peruano, el quechua y el aymara) son un plus que los jueces y fiscales que están en carrera en el sistema de justicia pueden capitalizar durante los procesos de nombramiento, ratificación y ascenso ante la Junta Nacional de Justicia. Tener dominio de otras lenguas significa para ellos sumar puntos clave en la evaluación.
Al igual que los estudios, las maestrías, los doctorados y los cursos de capacitación, los estudios de idiomas también son evaluados en el rubro “Evaluación curricular”, uno de los cuatro componentes que forman parte del proceso general a la que se someten los jueces y fiscales que buscan un ascenso o una ratificación, tal como reveló este martes Epicentro Tv.
Daniel Yovera
En el proceso denominado Convocatoria Nº 004-2021-SN/JNJ, la Junta Nacional de Justicia decidió otorgar 8 puntos a los que acreditaran otros idiomas. Son 2 puntos si el nivel del idioma extranjero es intermedio, y 4 si es nivel avanzado. En el esquema de la JNJ no hay lugar para el nivel básico.
Como señaló Epicentro, la fiscal de la Nación obtuvo 98 puntos en la etapa de “Evaluación de conocimientos” o examen escrito, y 100 puntos, la máxima calificación, en la fase de “Evaluación curricular”.
En la “evaluación curricular”, los consejeros de la Junta Nacional de Justicia evalúan los estudios, los doctorados, las maestrías, revisan si hay tesis aprobadas, si hay capacitaciones o cursos en la Academia de la Magistratura, cursos de especialización, ponencias, entre otros detalles.
El ítem 1.9 de la “Evaluación curricular” se llama “Idioma nativo o extranjero”.
En dicho casillero, la entonces aspirante a fiscal suprema, Liz Patricia Benavides Vargas, dejó en blanco el casillero de idiomas. Vale decir, aquí la fiscal Benavides no obtuvo ni un punto.
Observe:
Esto es importante.
Lo es no solo porque en esta etapa, la candidata fiscal suprema logró el máximo puntaje de 100, sino porque en el expediente de ratificación presentado en el 2010 ante el desaparecido Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) para ser ratificada en el cargo de fiscal, Benavides sí consignó estudios de idiomas, tanto de inglés básico como de quechua en nivel intermedio.
Así lo reportó en aquella ocasión, de acuerdo a su expediente, obtenido por la congresista Susel Paredes:
Los estudios de inglés los hizo, según informó la propia fiscal, en el Instituto Internacional de Sistemas Empresariales, IISEP.
Esta mañana, el portal “La Encerrona” informó que IISEP es un centro en el que también se imparten clases de Cosmetología y Bartender y, además, un lugar en el que se arreglan teléfonos celulares.
La pregunta que cae por su propio es: Si no logró ni un punto en idioma extranjero, ¿en qué ítems pudo sumar la fiscal Benavides el puntaje suficiente para llegar a obtener la calificación máxima de 100?
En el rubro “Evaluación curricular”, en donde la fiscal Benavides obtuvo 100, hay un ítem que vale la mitad: 50 puntos como máximo. Es el de “experiencia laboral”.
La Junta Nacional de Justicia le otorgó los 50 puntos a la fiscal Benavides en “experiencia laboral”.
Los otros 50 los obtuvo, entonces, entre sus estudios, sus posgrados, sus tesis, sus cursos de especialización, sus pasantías y sus ponencias.
Hoy, se hace necesario, por ser un tema de interés público, conocer cómo calificó la Junta Nacional de Justicia a la fiscal Benavides en cada uno de esos temas.
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Daniel Yovera
