Desde el 2007, el partido de César Acuña, Alianza Para el Progreso (APP) ha tenido responsabilidad como autoridad municipal y regional frente a la inseguridad ciudadana que empezó con asaltos en las calles y pandillaje juvenil, y evolucionó en sicariato y extorsiones a gran escala en la capital de La Libertad.
A inicios de año el gobernador regional de La Libertad y líder del partido Alianza Para el Progreso (APP), César Acuña, reconoció que le faltó liderazgo en la lucha contra la inseguridad ciudadana que se vive en la región norteña, sobre todo en Trujillo. Pese a que minutos antes dijo que estaba tranquilo ante el reclamo de la población por la inseguridad, al asegurar que él “ya cumplió con lo que le compete”, Acuña admitió que sí le faltó priorizar la seguridad como parte de su gestión.
“No haber priorizado el trabajar lo más que pueda por seguridad, (…) debía ponerle más esfuerzo, debía dejarme más, debería yo liderar el tema de seguridad como me corresponde. De repente, yo podría reconocer que me faltó liderar el tema de seguridad, después de todo yo como gobernador tengo la autoridad de pedirle a la policía que trabaje, tengo la autoridad de pedirle a la fiscalía (...) tengo la autoridad de que el Poder Judicial cumpla sus funciones. En ese sentido, yo tengo que reconocer que me ha faltado liderar el tema de seguridad, cosa que va a ser a partir de este año”, dijo Acuña.
Lo que no especificó fue a qué gestión se refería. Acaso a su doble mandato como alcalde provincial de Trujillo del 2007 al 2014, o a su paso fugaz como gobernador regional de La Libertad en el 2015. Lo cierto es que APP ha gobernado desde hace 17 años tanto desde el GORE como desde la alcaldía municipal de Trujillo, tiempo en el que la criminalidad ha ido evolucionado hasta tomar la capital de La Libertad.
En abril del 2014, Acuña renunció a su cargo como alcalde provincial de Trujillo para presentarse a las elecciones regionales de ese año. En su reemplazo quedó la exministra de la Mujer Gloria Montenegro.
Estoy presentando mi renuncia a la alcaldía de Trujillo. Ahora trabajaré por el gran cambio de la región La Libertad. pic.twitter.com/XI0s6K5LkM
— César Acuña Peralta (@CesarAcunaP) April 2, 2014
El líder de APP ganó las elecciones y se consagró como gobernador de La Libertad en el 2015, pero nuevamente sus ambiciones políticas le impidieron cumplir con terminar su mandato. En octubre, renunció para postular a la Presidencia del Perú. Sin embargo, el sueño le duró poco porque el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) lo excluyó del proceso electoral tras haber sido denunciado por entregar dinero a posibles votantes en plena campaña electoral.
En tanto, el mando lo tomó el ahora secretario general de APP, Luis Valdéz, quien estuvo en el cargo hasta el 2018. Al año siguiente, APP continuó gobernando La Libertad con la elección de Manuel Llempén. Ese mismo año, APP también logró retomar la Municipalidad Provincial de Trujillo, con Daniel Marcelo Jacinto como alcalde. Sin embargo, solo duró hasta el 2020 luego de que fue suspendido tras ser sentenciado por corrupción. Le sucedió José Ruiz Vega quien fue alcalde provisional hasta el 2023, año en que APP vuelve al GORE con César Acuña.
La criminalidad avanzó
Solo en lo que va del año, se han registrado 57 homicidios en La Libertad. Hace una semana, el Ejecutivo a pedido de Acuña, declaró el octavo estado de emergencia en Trujillo y en Pataz. Sin embargo, eso no ha evitado que ya se haya cometido un homicidio más. Ayer un empresario del sector transporte, fue asaltado y baleado tras retirar dinero de un banco de un centro comercial, ubicado en la avenida América Norte, en Trujillo.
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Lourdes Fernández
La crisis de inseguridad que se vive en La Libertad, sobre todo en Trujillo, ha vuelto a acaparar la atención de la mayoría luego que Paolo Guerrero denuncio que su mamá fue amenazada por supuestos extorsionadores ante el anuncio de su llegada al club UCV, precisamente, propiedad del gobernador César Acuña.
Sin embargo, las extorsiones han llegado a tener como víctimas a los propios alcaldes de algunos distritos de Trujillo, como El Porvenir y Chepén, según informó el diario La Industria. Los delincuentes están exigiendo el pago de fuertes sumas de dinero que alcanzan los S/. 50 mil a cambio de no asesinarlos a ellos o a sus familiares.
¿Cómo La Libertad, en específico Trujillo, se ha convertido en tierra de nadie? Informes elaborados por el Observatorio Nacional de Política Criminal- Indaga precisan que la delincuencia en Trujillo ha ido evolucionando ante las narices de las autoridades, entre ellos los alcaldes y gobernadores de APP, y han pasado desde los asaltos en las calles hasta las extorsiones y asesinatos casi diarios.
La investigación “Evolución de la criminalidad en Trujillo. Del hurto a la extorsión, 1993 – 2018”, muestra cómo entre 1993 y el 2004, la ciudad pasó de convivir con delitos comunes como hurto y robo, al surgimiento de las pandillas que implicaron, a su vez, la aparición de nuevos delitos. Desde el 2005 hacia el 2018, ya cuando APP estaba a cargo del GORE La Libertad, se desarrolló una criminalidad mayor, con nuevas modalidades como la extorsión y el surgimiento de bandas criminales.
Uno de los casos más trágicos y que marcó el inicio de la evolución de la criminalidad fue el de la “Matanza en La Esperanza” ocurrida en febrero de 2005. Ocho personas fueron asesinadas como parte de un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales que ya empezaban a operar desde el penal El Milagro. Hasta esa fecha, la extorsión solo sucedía en el rubro del transporte público, sin embargo, después de la matanza, la extorsión pasó a tener mayor grado de planificación y organización.
La extorsión que se comete hoy en día en casi todo el país se inició en Trujillo (y distritos) y luego se extendió a las provincias de Ascope, Pacasmayo, Chepén y Virú. “La Libertad, en el año 2007, era la única región donde se registraba este tipo de delitos, que en los siguientes años se extendería a Ancash, Tumbes, Lima, entre otras”, señala el informe.
Así ha sido el incremento de la incidencia de la extorsión en La Libertad:
En el 2010, aproximadamente, aparece el sicariato. Empieza un fenómeno de sicarios juveniles, menores de edad son formados y contratados para asesinar y evitar la prisión efectiva por su edad. Entre los años 2015 al 2017, las regiones con mayor número de víctimas de sicarios fueron Lima (110), La Libertad (58) y El Callao (40).
Uno de los primeros casos de sicarios juveniles fue el de Alexander Pérez, conocido como Gringasho, quien en el 2010 ingresó al Centro Juvenil de Rehabilitación y Diagnóstico de Trujillo por haber asesinado a una embarazada. Sin embargo, fue liberado al no encontrarse pruebas en su contra. Tenía apenas 15 años.
Al año siguiente, ‘Gringasho’ asesinó a tres personas en El Porvenir, Trujillo, por lo que fue capturado y volvió a ser internado en un centro penitenciario juvenil. En enero de 2012, se le sentenció a 6 años de prisión por el crimen de diferentes personas. Sin embargo, en abril de ese mismo año fugó junto con otros reos.
En mayo fue capturado nuevamente y condenado a 5 años de prisión en Maranguita. No obstante, volvió a escapar y en el 2013 fue recapturado y enviado al Penal Ancón II de Piedras Gordas. En noviembre de 2017, fue liberado tras cumplir su sentencia, pero en el 2018 fue detenido nuevamente y condenado a 10 años de prisión en Challapalca.
Más promesas
Ante el aumento diario de crímenes en la región, César Acuña ha prometido que ahora sí va a liderar la estrategia de seguridad ciudadana en La Libertad. Para ello, ha anunciado que va a implementar el primer laboratorio de criminalística del país. Además, anunció que se licitarán 40 patrulleros y 20 motocicletas para reforzar la vigilancia en las calles.
El gerente de seguridad ciudadana del GORE, Martín Namay, declaró que no se pudo ejecutar el presupuesto para seguridad ciudadana en el 2023 porque “los proyectos recién se cerrarán este año”.
