Congreso prohíbe jeans, zapatillas, leggings, polos y shorts

., .

Congreso "inhabilita" jeans, zapatillas, leggings, polos y shorts

Esta es la misiva que nos ha llegado a todos los periodistas que pisamos el Congreso: "Se les recuerda que los periodistas acreditados de manera  permanente o eventual para la cobertura periodística en el Parlamento Nacional deben presentarse cumpliendo determinadas formalidades establecidas  por los órganos  administrativos de este poder del Estado. Una de ellas dispone: el uso de vestimenta formal todos los días. "No está permitido asistir en jeans, shorts, leggins, zapatillas y polos". 

Llegó por mail y también por llamada de teléfono el miércoles horas antes de que empezara el pleno inhabilitador. Ya saben, contra  los expresidentes Francisco Sagasti y Martín Vizcarra, los ex presidentes del Consejo de Ministros  Salvador del Solar y Vicente Zeballos y contra  los exministros José Élice y Rubén Vargas. Ese día no tuvieron los votos para dinamitar las carreras públicas de los seis del patíbulo, aunque es cierto que a las pocas horas presentaron seis reconsideraciones, para volver a votar, porque tienen que fusilarlos sí o sí (el expresidente Martín Vizcarra ya tiene otras dos inhabilitaciones: una por cinco años por su desempeño como gobernador de Moquegua y, otra de 10 años por habernos mentido a todos y haberse vacunado él y media familia aprovechándose del cargo).


 Los que sí fueron inhabilitados ese día son: los jeans, los leggins, las zapatillas, los polos y los shorts de los periodistas. No tuvieron votos para los otros  pero sí para éstos. Marcando mucho estilo y con la "Majestad" que a este Congreso le infiere su 2 por ciento de aprobación, según la última encuesta del IEP.   

Les quiero contar cómo es el trabajo de un periodista y, básicamente, se resume en que la mayoría, con suerte, sabemos dónde empezamos el día pero no dónde lo terminamos  porque nuestro oficio no tiene curul, ni cafetería propia, ni bono por semana de representación, ni asignación para combustible. Además, los camarógrafos cargan un costal de equipos  al hombro y otro a la espalda; los reporteros conscientes o, los "orquesta" (ahora el trabajo de dos lo tiende a hacer uno por aquello de economizar), también nos convertimos en serpas. Pero es que, además, los periodistas, fotoperiodistas y camarógrafos no vivimos incubando en el Congreso. Algunos a los que, sinceramente, acompaño en el sentimiento, están asignados permanentemente a la "Majestad" del Congreso pero, la mayoría vamos, hacemos lo que tenemos que hacer tipo inyección y nos vamos a otro lado a seguir la historia. Algunos ejemplos prácticos: si estoy haciendo la nota de un congresista "Mochasueldo" o un/una que tiene asesor fantasma, así es la cosa: puedo llegar al Congreso luego de haber estado horas a la intemperie  en cualquier cerro o avenida en busca del NN o "tigre" al que se le está recortando el sueldo o que aparece cobrando sin trabajar; con el alma llena llego a Pasos Perdidos y  persigo en zapatillas (siempre limpias) al corrupto "curulpropietario" de turno que siempre juega al ratón y al gato. O, a veces, hacemos el viaje al contrario, desde primera hora en el Congreso para cubrir la votación a la censura del protegido y amigo ministro del Interior, Juan José Santivánez y directamente después y, hasta que la luna se canse, nos vamos a transmitir la marcha "Contra la Inseguridad". 

Como comprenderán, ir con tacones, mules o bailarinas, camisa de satén, pantalón de mírame y no me toques  y blazer de cashmere con hombreras, además de un despropósito y una tortura maoísta, es misión imposible. 

Esto no quiere decir de ninguna manera que los periodistas vayamos ni queramos ir al Congreso en chanclas y pijama. Tenemos las neuronas y la educación suficiente como para que nuestro outfit esté limpio y sea políticamente correcto. Dicho esto y con su venia, señor presidente del Congreso, prohibir zapatillas, jeans, leggins y polos, pase lo de shorts, es inaceptable y hay pronunciamientos al respecto. Lo hicieron, en su momento, el Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo. No en el caso de los periodistas pero sí frente a la prohibición de impedir el ingreso a instituciones públicas por código de vestimenta. Además, el artículo 2 de la Constitución establece el Derecho a la no Discriminación. Claro que se pronunció otro Tribunal Constitucional y otro defensor del Pueblo, porque éste es capaz de salir a decir que en aras de la Libertad de los Influencers de la Mesa Directiva, debemos ir con camisa de fuerza. Poco le importa nuestros derechos, entre otros, a tener juanetes.


Foto embed
Mail enviado por el Congreso a periodistas.

Siguiendo con el orden del día también les quiero contar algo sobre el código de vestimenta de los parlamentarios que he visto en más de veinte años pisando ese poder del estado. He visto cómo Javier Diez Canseco tomaba la palabra con jeans y nunca sucio; he visto y escuchado a un gentleman como Javier Valle Riestra atendiendo a radio Zombie sin hacer discriminación por look interplanetario del reportero/a; he conocido el gusto de Lurdes Flores por el zapato de tacón bajo pero nunca mirando qué llevábamos en los pies sino atendiendo concienzudamente nuestra pregunta; he visto a una Luz Salgado con un peinado impecable  y nunca, solo en 28 de julio, recordando como presidenta que los periodistas debíamos ir con vestimenta formal; he grabado a Tania Pariona orgullosa en su curul sin desprenderse jamás de su sombrero ayacuchano; he entrevistado a Marisol Pérez Tello en versión mochilera porque acababa de aterrizar de visitar los confines del país; he estado conversando con Jorge del Castillo siempre con el nudo de la corbata hecho a la perfección y sin mirar jamás si la conversación tenía leggins. 

Pero también he visto caspa para sacar con lampa sobre los hombros de congresistas que no habían llevado en siglos a la lavandería ese uni- terno comprado con el dinero que le roban a sus trabajadores; he visto a una congresista arequipeña llevar en una sesión del pleno  un polo rojo con la cara de su prófugo líder Vladimir Cerrón sin que nadie dijera esta boca es mía (por cierto es su derecho). No recuerdo haber visto a  congresistas con leggins pero sí vestidas con menos "código"  que Susy Díaz no siendo parlamentaria (por cierto, me parece poderoso que una mujer marque, entre otras cosas, terreno); he visto miradas de congresistas que no se enfocaban ni en los ojos del entrevistador ni en el micrófono sino en un botón más abajo; he visto lo bien vestidos que van "los Niños"; he conocido a algunos de ellos antes de llegar y luego de haber llegado al Maná,  enfundados en tenidas que traicionaban todos sus principios... Y yo me pregunto: ¿qué código de vestimenta les imponemos a ellos? Puede ser el del terno recién comido del congresista Juan Burgos de Avanza País, presidente de la comisión de Fiscalización y uno de los promotores de la inhabilitación al expresidente Francisco Sagasti. Lo grabaron metiéndose un cuarto de pollo con todas las cremas mientras en el pleno se debatía su propuesta de muerte política al expresidente. 

Juan Burgos, congresista Avanza País y presidente de la comisión de Fiscalización.

Y es que una cosa es la ropa del cuerpo y otra la de la entraña. Y a este Congreso le visten: blindajes imposibles, la ley que decreta la prescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad cometidos entre 1980 y el 2000, las leyes a favor del crimen organizado, la Ley Antiforestal, su silencio ante las muertes durante las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte, la ley APCI, una presunta red de prostitución interna no investigada, el nombramiento del Defensor del Pueblo más ofensor de todos los tiempos, el pacto de sangre con la presidenta, el archivo del caso Rolex, la inhabilitación a la exfiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, las denuncias constitucionales redactadas por otro y a pedido, la Ley de Cine, el apoyo a la minería ilegal, las que pretenden aprobar para silenciarnos, la  declaratoria del Día del Charango o, entre otras muchas prendas, el tiempo, el dinero y la inquina invertida en presentar inhabilitaciones por venganza e interés contra el expresidente Sagasti, los expresidentes del Consejo de Ministrios Salvador del Solar y Vicente Zeballos, a los dos exministros Vargas y Élice. No consiguieron los votos el pasado miércoles pero ya han presentado seis reconsideraciones. Es que en el pleno pre-feriado no había muchos ilustres congresistas y sí o sí quieren desaparecerlos del espectro político. 

Tema aparte es el caso del expresidente Martín Vizcarra  para el que tampoco después de tanta matraca tuvieron los votos, pero sí se dieron mutuo espectáculo. Ese pleno pasará a los anales del Código Congresal de Buenas Maneras, que ahora me da la gana de inventarme: "Que se largue ya", se escuchó entre otras figuras literarias. 

Congresista José Cueto - Sesión del Pleno del 30 de Abril.

Congresista Susel Paredes - Sesión del Pleno del 30 de Abril.

 Espero que los compañeros de micrófono y cámara digan algo sobre nuestra inhabilitación para que no parezcamos una banda de borregos uniformados por dentro y por fuera. La directiva del código de vestimenta para periodistas data del 2017 pero ninguna Mesa Directiva la hizo cumplir a hierro y fuego, más allá de 28 de julio. Ahora es de rigor y con prohibición de ingresar o, expulsión directa si se detecta que alguien ingresó ilegalmente con zapatillas. Por cierto, según el último informe de Reporteros Sin Fronteras el Perú en tres años ha pasado de ocupar el puesto 77 al 130 en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa. Escribo esta columna precisamente el Día Mundial de la Libertad de Prensa, yo solo quiero mis zapatillas para  que no me duelan los  pies, lo demás es cuestión de pelear día a día.