Hay una silla vacía en este operativo anticorrupción.

¿Quién es? ¿Será acaso el cantante de las verdades que conoció sobre gabinetes en la sombra y negocios con ayuda?.

El terremoto judicial con epicentro en Palacio de Gobierno, arrancó con el pedido de prisión preliminar para aquella cúpula que, desde el círculo cercano al presidente Castillo, habría hecho y deshecho con fondos públicos. Y continuó con una réplica de tamaño tsunami con el anuncio de la Fiscal de la Nación que acusaba constitucionalmente al presidente Pedro Castillo.

En ambos documentos aparece un nombre, en múltiples oportunidades y en escenas casi sacadas del cine negro: Beder Camacho Gadea, el ex subsecretario mil oficios que estaba ahí donde hiciera falta, ya fuera para desaparecer documentación, comunicarse con amigos dictadores de la región y apagar incómodas cámaras de seguridad.

Pero lo tremendamente curioso es que Beder Camacho, pese a estar mencionado estelarmente como parte del brazo dedicado a la obstrucción de la organización criminal que presuntamente operó en Palacio y miembro del buró presidencial en las tinieblas, no aparezca entre los detenidos.

Recordemos. En el primer documento de la mañana de ayer, martes 11 de octubre, se pidió detención preliminar por 10 días, para el empresario y amigo de Castillo, Segundo Alejandro Sánchez Sánchez, que por cierto,  ya puso pies en polvorosa; para el empresario Jenin Abel Cabrera Fernández; para el ex jefe de gabinete de asesores del ministerio de vivienda, Salatiel Marrufo Alcántara; para el ex Jefe de Gabinete Técnico de la Presidencia, Auner Augusto Vásquez Cabrera y para los ex asesores presidenciales Biberto Benerando Castillo León y Eder Viton Burga.


En el mismo documento judicial, se añaden otros nombres como los presuntos miembros del gabinete en la sombra, dedicado a facilitar el direccionamiento de  millonarias obras públicas.

Menciona el documento judicial, como parte del oscuro buró, al ex secretario de Palacio  Bruno Pacheco, al ex subsecretario de Palacio, Beder Ramón Camacho, al ex asesor palaciego Henry Shimabukuro, a David Pérez Curi, quien fungía de asistente cercano al presidente, al ex alcalde de Anguia Nenil Medina y a los sobrinísimos Fray Vásquez Castillo y Gian Marco Castillo Gómez. Algunos de ellos están prófugos, otros detenidos y algunos más, libres como el viento.

Tantas veces Beder

Beder Camacho estaba tan libre que recién después del huracán fiscal, fue removido de su puesto como asesor del Ministerio de la Mujer.

Pero el ex subsecretario de Palacio ya era investigado por el Ministerio Público por los presuntos delitos de encubrimiento personal y organización criminal, por la fuga del ex secretario de Palacio, Bruno Pacheco y los sobrinos del presidente Castillo, Fray Vásquez Castillo y Gianmarco Castillo

Y a partir de los documentos recientes, que revelan los dichos de varios colaboradores eficaces, se saben muchos más detalles de las muchas habilidades de Beder.

Además de ser mencionado como parte del buró en la sombra, se ha sabido que, a pedido del presidente, Beder Camacho, habría hecho coordinaciones ante las embajadas de Venezuela y México para ayudar al entonces prófugo Bruno Pacheco y a los sobrinos del presidente, Fray Vasquez Castillo y Gianmarco Castillo Gómez,  a obtener asilo político, como detalla el documento fiscal “para que posteriormente le otorguen un salvoconducto que les permita huir del país, evidenciando que pretenderían utilizar mecanismos políticos con el fin de evitar asumir las investigaciones que tienen en su contra".


Las gestiones de Beder ante la embajada de Venezuela no fueron fructíferas finalmente, a pesar de que había llevado oficiosamente la documentación desde la familia de los interesados hasta la embajada. En la sede venezolana estaban muy nerviosos con las posibles manifestaciones. La espera se prolongó tanto que Bruno Pacheco terminó entregándose a las autoridades. Ahora cuenta mucho más que dólares.

Cuidar al exigente  ex secretario general que pedía por su silencio, soluciones de salida del país y dinero, era tarea encomendada a Beder Camacho hasta por la Primera Dama, Lilia Paredes, según uno de los informes del equipo especial de fiscales que investiga a esta organización.

Pero Beder Camacho, al parecer, hacía despliegue de habilidades blandas no solo con presidentes de la región. También, según los dichos de un colaborador, el ex subsecretario hacía entrevistas de trabajo para captar a los oficiales idóneos que sirvieran a los propósitos de mantener a los amigos prófugos, bien lejos de la ley.

Beder Camacho era multifacético, según se puede deducir de las investigaciones fiscales. Y capaz de aplicar tácticas radicales para borrar huellas comprometedoras. Según narra la investigación fiscal e incluso la acusación constitucional contra Castillo, Beder Camacho, considerado como parte del brazo obstruccionista de la organización, junto al Premier Aníbal Torres y al Ministro de Justicia, Félix Chero, mandó desaparecer celulares y documentos en el contexto de las investigaciones por el caso Petroperú.

Ha contado un colaborador eficaz citado en el documento fiscal que se trataba de 4 cuadernos de ocurrencias de los edecanes de Palacio y de cuatro celulares que Camacho destruyó en La Punta, Callao. Todo con el fin de evitar cualquier huella de las visitas y llamadas del empresario Samir Abudayeh, gerente de Heaven Petroleum. Luego, Camacho habría coordinado que esos números fueran asignados a funcionarios de Palacio para que éstos, a su vez, denuncien su pérdida. Y asunto resuelto.

Hoy, las imágenes de Camacho declarando ante la prensa, muy suelto de huesos, que las cámaras de palacio se habían malogrado justo cuando la fiscalía pedía corroborar la presencia de Yenifer Paredes en el lugar, cobran un nuevo sentido.

Y es que Camacho ya había demostrado ser un As apagando cámaras. Los documentos de la investigación fiscal lo sitúan en marzo de este año, coordinando que las cámaras de seguridad de Palacio se quedaran ciegas en oportunidades en que su jefe, el presidente, necesitaba reunirse con el ex secretario Bruno Pacheco, cuando amenazaba con contar todo ante la justicia y con los congresistas de Acción Popular, que él llamaba Los Niños, y que resultaban votos útiles en el Congreso a cambio de obras públicas.

El hábil gestor de operaciones oscuras se hizo tan necesario, que cuando en Julio de este año, tras la entrada de un nuevo Ministro del Interior, Mariano Gonzalez, en un momento en que Castillo ya enfrentaba varias investigaciones y el equipo especial de policías que apoyan a la Fiscal de la Nación, ya estaba conformado, el presidente sugirió a Gonzalez que nombrara a Beder Camacho como su nuevo viceministro.

Beder Camacho ha negado todo “Me ha sorprendido que me han querido vender como el Vladimiro Montesinos de este gobierno”, dijo en la puerta de su casa, que estaba siendo allanada.

Ha negado por supuesto, ser colaborador eficaz, lo cual se ha sospechado y explicaría que pese a todas estos indicios, no se haya pedido su detención preliminar.

Nuestra reciente historia política, nos muestra que quien delinque puede luego negociar con lo que sabe y puede probar, a cambio de un trato beneficioso por parte del sistema de justicia. ¿Es este el caso de Beder Camacho?.

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