Esta vez es la psicoanalista María Luisa "Mati" Silva, quien está con nosotros en “El Perú en el diván” para abordar un tema tan cercano como es la idea del “otro”, el prójimo.

La frase “bien común” suena demasiado inocente, ingenua, en estos tiempos de corrupción y de crisis política permanente. Por otro lado, el individualismo extremo, desde la ciudadanía hasta nuestra clase política y autoridades, realmente nos importa el “otro”, ¿sabemos qué es el “otro”?.

Los próximos 18, 19 y 20 de Noviembre la SPP llevará a cabo el XXX encuentro latinoamericano sobre el pensamiento de Donald Winnicott. Este año le toca al Perú ser la sede.  El tema del encuentro es: “La preocupación por el otro, hoy”. Un concepto creado por Winnicott que él llamó “concern”.  Se trata de un psicoanalista inglés que termina siendo muy importante porque funda toda una escuela de pensamiento. Así tenemos están los freudianos, los kleinianos y los “independientes” que son los que siguen el pensamiento de Winnicott. De hecho, la Sociedad Peruana de Psicoanálisis tiene una fuerte impronta winnicottiana porque los fundadores se formaron en Inglaterra, Saúl Peña supervisó con el propio Winnicott, Max Hernández también tuvo un grupo de estudios con él. ¿La preocupación por el otro, ¿por qué es tan importante?. El niño siente preocupación por sus acciones y las consecuencias de las mismas en el otro y en el medio, y algo importante es que no solo se preocupa por lo que hace sino también por lo que le hace al otro a nivel de fantasía, se angustia por la posibilidad de dañar a quien quiere, es el amor lo que lo lleva a transformar su agresión y regularla, surge de forma natural todo esto en un desarrollo saludable.

Al ser humano que se desarrolla de forma más o menos saludable le preocupa hacer daño a quien más quiere, la agresión trae como consecuencia un sentimiento de culpa saludable también, la culpabilidad es algo que se desarrolla para Winnicott, tiene que ver con este momento en el que uno se siente mal por haberle hecho daño a quien quiere, y eso es clave porque es a partir de ese momento que el sujeto va a poder desarrollar la capacidad para reparar al otro. Capacidad de preocupación por el otro: preocuparse por lo que sienten los otros, por la consecuencia de sus impulsos, básicamente tiene que ver con que al sujeto le importa el otro. Pero esto que nos suena simple es producto de un desarrollo saludable, pero complejo, que requiere de muchas variables y tiene consecuencias a nivel individual y social también.

La corrupción, la violencia, el individualismo exacerbado, todo está relacionado con una incapacidad para preocuparse por el otro en el sentido que Winnicott lo propone.

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