El Perú en el Diván: Los efectos psicológicos de la violencia en la niñez

¿Cuáles son los efectos que tiene en la vida adulta haber sufrido violencia en la niñez? La psicoterapeuta psicoanalítica Valeria Villarán, integrante de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis, revela que el 90% por ciento de los padres y madres peruanos tiene un estilo autoritario con los hijos. Y explica cuales son los efectos.    

El estilo autoritario de formación de los hijos implica una aceptación de la violencia como forma de disciplinar a los hijos, sostiene la psicoterapeuta psicoanalítica Valeria Villarán en este capítulo de El Perú en el Diván. Villarán parte de explicar que se considera violencia un comportamiento que anula la subjetividad del otro, donde es avasallada, donde el deseo del otro no importa. Eso, dice, es evidente en casos de abuso sexual "pero las humillaciones, los rechazos, las indiferencias, los grandes silencio son violentos también, por supuesto además si esa es la forma típica que tiene el padre de relacionarse con el niño o la niña".  

La psicoterapeuta explica que los efectos de la violencia ejercida por padres y cuidadores, es decir, por las personas que con mayor razón tendrían que cuidar a los niños, se conocen como trauma relacional o trauma complejo que tiene consecuencias profundas, pues el espacio donde se desarrolla la psique es en el contexto de los padres. Por esa razón, los efectos son directos y profundos y en primer lugar en el desarrollo del pensamiento pues "para tratar de preservar el vínculo con el padre o la madre, los niños utilizan un mecanismo de defensa para tratar de borrar la realidad del abuso. La negación es una forma, o la escisión que es que separan la imagen del padre de la de quien es responsable del maltrato".  

La psicóloga Villarán se refiere ampliamente a los niveles en los que se produce daño en el niño que ha recibido violencia y cómo se evidencian a lo largo de su vida. Se refiere a comportamientos violentos, repetitivos con los otros, y sobre todo la generación de una especie de "represa" de sentimientos que incluso terminan somatizándose y generando enfermedades o dolores en el cuerpo, que se hace cargo de las emociones no procesadas. Por supuesto, es casi inevitable la repetición de comportamientos y el ejercicio de violencia hacia otros cuando se ha sufrido violencia en la infancia, es decir, que un niño violentado se convierta en un adulto violento.  

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