El coronel Carlos Eduardo Cabrejo Becerra, director de la Dirección de Inteligencia del ministerio del Interior (Digimin), tiene su particular historial. Esta semana, sin causa ni sustento legal, ha reducido el presupuesto de una de las divisiones que integra el equipo especial policial y por esta razón la fiscal Marita Barreto lo ha denunciado por el delito por malversación de fondos. Pero el coronel Cabrejo, tiene hace tiempo, otras cuentas pendientes con la Fiscalía. Está siendo investigado por el delito de encubrimiento real, por presuntamente haber protegido a un francotirador SUAT involucrado en el escuadrón de la muerte.
Cuando fue jefe de la Subdivisión de Acciones Tácticas (SUAT) Cabrejo habría ocultado y manipulado la información que le fue requerida por el Ministerio Público. Ahora “su” francotirador está prófugo y con pedido de prisión preventiva por 36 meses. Habría encubierto a un asesino con uniforme al igual que ahora estaría tratando de encubrir los delitos de Palacio y aledaños recortando el presupuesto del equipo especial policial.
El escuadrón
El escuadrón de la muerte fue un grupo parapolicial compuesto por oficiales y suboficiales que ejecutó extrajudicialmente a 33 personas e hirió a otras 9, entre el 2011 y el 2016 en Lima y provincias. El grupo liderado por el, hoy prófugo y sentenciado a 35 años, comandante Enrique Prado Ravines, que operó bajo el amparo, silencio e inacción de sus superiores, se dedicó a asesinar a presuntos delincuentes. El escuadrón organizaba falsos operativos con el fin de obtener ascensos, malversar los fondos de inteligencia y lograr portadas de supuesta lucha contra la inseguridad ciudadana. Era un negocio redondo de sangre, galones, billete e impunidad, en donde nadie debía quedar vivo. Además, ¿quién se iba a preocupar por cómo morían “sus” delincuentes, muchos de utilería?
Pero llegó el día en que se terminó el macabro festín. Fue precisamente otro policía el que investigó en solitario, plantó cara, galones y denunció. Se trata del PNP Franco Moreno Panta. Ahora el coronel Moreno Panta es el jefe de la Diviac (División de investigación de delitos de alta complejidad) e integra el equipo especial policial. El escuadrón asesinó a su hermano Franco Israel, también policía, de dos balazos, uno en la nuca y otro en la espalda. Su cadáver apareció bocarriba y con el arma en la mano, una escena imposible e inverosímil. Llegó la denuncia, el fiscal Álvaro Rodas tomó el caso y el escuadrón de la muerte pasó de los altares de la policía al infierno de los juicios, cárcel y clandestinidad.
El Caso Ramiro Prialé
El 29 de junio del 2019 en la autopista Ramiro Prialé, el escuadro perpetró uno de sus falsos operativos, el saldo fue: cuatro presuntos delincuentes asesinados y un vendedor de cometas herido. El escuadrón, como era su modus operandi, pagó y usó de cebo a rankeados delincuentes para que reclutaran a presuntos delincuentes, con el engaño de que iban a asaltar un furgón que venía del interior cargado de dinero. Lo que no sabían los que murieron ahí, es que todo era mentira, que todo estaba preparado, el furgón iba cargado de policías. No hubo enfrentamiento, los policías abrieron fuego indiscriminado contra ellos y, al que sobrevivió, lo ejecutaron extrajudicialmente en el lugar, ya detenido y enmarrocado.
Es aquí cuando entra a tallar el ahora jefe de la Digimin, el coronel Carlos Eduardo Cabrejo Becerra, quien ocupaba el cargo de jefe SUAT cuando se iniciaron las investigaciones fiscales contra el escuadrón. El fiscal Álvaro Rodas, a cargo del caso, le solicitó información sobre los francotiradores SUAT que participaron en el operativo en la Prialé y los fusiles que les fueron asignados, pidió el cuaderno de asignación. Pero en vez de remitirle el cuaderno, el ahora coronel Cabrejo, le hizo llegar un excel con información nada detallada y con flagrantes omisiones. Una de ellas fue la participación en el operativo de la Prialé del francotirador Luis Moreno Silvela. Gracias a las declaraciones de un colaborador eficaz y a las cámaras de seguridad de la Ramiro Prialé, quedó confirmado que habían participado al menos 4 francotiradores SUAT. Con esta información, el fiscal Rodas allanó la sede de la SUAT y tuvo acceso al cuaderno de asignaciones. Ahí había quedado registrado lo que Cabrejo Becerra ocultó premeditadamente. El francotirador Luis Moreno Silvela participó en el operativo con un fusil AKM-C 796439 y una pistola G-13506-Z, cuyos casquillos además fueron encontrados en el lugar de los hechos.
El fiscal Rodas, ordenó posteriormente la detención preliminar por 36 meses del SUAT Moreno Silvela pero se fugó. Lo que también hizo el fiscal Rodas fue denunciar ante la fiscalía de turno al coronel Cabrejo Becerra por los delitos contra la administración pública y la función jurisdiccional en la modalidad de encubrimiento real y contra la fe pública. Según nuestras fuentes, el caso está listo para que se formalice la acusación en su contra. La presunta participación del coronel Cabrejo en los actos propios del escuadrón de la muerte, también está siendo valorada por la fiscalía.
El coronel Cabrejo Becerra y su “ajuste” al equipo policial especial
Parece que el coronel Cabrejos tiene propensión a proteger a malos policías y a “ajustar” a los buenos, y ahora tiene mucho poder político y económico. La Dirección de Inteligencia del Mininter depende del viceministerio de orden interno, no de la policía. Y es la dirección que más presupuesto recibe para actos de investigación. Cabrejo, como director de Digimin, tiene a su cargo la división de búsqueda que integra el equipo especial policial y esta semana le ha reducido el presupuesto en un 25 por ciento.
El jefe de la dirección de búsqueda de la Digimin es el coronel Harvey Colchado, quien es también el coordinador del equipo especial policial. El martes, el mismo día que se realizó el operativo donde se detuvo a los presuntos integrantes del gabinete en la sombra y se allanó las oficinas de "los niños" del Congreso, Colchado recibió la noticia de que le habían recortado el presupuesto en una cuarta parte. Cabrejo en vez de darle una palmada a sus hombres, les clavó chaveta.
El equipo especial policial está integrado por personal de inteligencia de Diviac, Dirin, Dirandro y la división de búsqueda de Digimin y, pese a los reiterados pedidos, no ha recibido presupuesto extra para enfrentar este caso. Cada división aporta personal y logística. “todos para uno y uno para todos”, el recorte presupuestal a la Divbus afecta al conjunto, impacta sobre las investigaciones. De un lado, el poder con mayúsculas. Del otro, cuatro coroneles con su personal, poniendo cuerpo.
La fiscal Marita Barreto, actuó nada más conocerse lo sucedido. No se lo pensó dos veces y denunció al coronel Cabrejo Becerra, al director de inteligencia de la Digimin, Guillermo Porfirio Bonilla y al viceministro de orden interno, Abel César Gamarra Malpartida por el delito, de malversación de fondos públicos. La fiscal Barreto considera que esta reducción del presupuesto constituye un acto más de “presión, intimidación y hostigamiento, a fin de obstruir sus labores en la búsqueda de información, evitando una investigación eficiente y eficaz”.
El coronel cabrejo ha tomado una decisión política, pero maneja fondos públicos y al hacer favores a sus jefes podría haber incurrido en un delito al aplicar un recorte presupuestario sin sustento. Los presupuestos son asignados para todo el año y su modificación no depende del sombrero que le guste al funcionario de turno. Hay protocolos y normas. Una causal para reducir presupuesto es el incumplimiento de metas, algo que no ha sucedido en el Divbus, más bien, todo lo contrario. Cualquier modificación del presupuesto se da previo informe del área usuaria y modificación de cuadro de necesidades. Nada de esto ha sucedido.
La fiscalía ha denunciado, la Defensoría ha pedido explicaciones y el ministro del Interior, Willy huerta, ya está sacando cuerpo. “El director general de inteligencia (coronel Cabrejo) es el que ha tomado la decisión en relación al presupuesto que es un presupuesto de manera integral. No solo hay una atención que se le debe dar a una de las direcciones, son varias dentro de la Digimin (...) Es un tema presupuestal, se puede corregir”, dijo también. Al coronel Cabrejo lo están dejando solo frente a los francotiradores, a estos parece que no los conoce.
