Condorcanqui: Fuego de impunidad
Entrevista a la escritora Kathy Serrano, Epicentro TV

Condorcanqui: Fuego de impunidad

En Condorcanqui se viola a escolares menores de edad y se quema la UGEL, donde había cerca de 600 expedientes abiertos contra profesores por presuntos abusos sexuales.

Hace un par de semanas que profesores y padres de familia realizan protestas en la provincia de Condorcanqui, Amazonas, exigiendo a la región cambios y mejoras en la gestión educativa. En la noche del martes, durante una de estas marchas, se desató un gran incendio. Las llamas consumieron la sede de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) y afectaron a dos colegios aledaños.

Incendio en sede de la Unidad de Gestión Educativa de Condorcanqui en Amazonas

En la sede de la UGEL había cerca de 600 expedientes abiertos contra profesores denunciados por tocamientos y abusos sexuales a menores de edad. Los expedientes han quedado reducidos a cenizas. Todo hace indicar que el incendio ha sido provocado. La principal hipótesis es que, aprovechando el tumulto de la marcha, premeditadamente se prendiera fuego al local, con el fin de desaparecer pruebas.

Los casos de violencia sexual contra menores de edad no paran de subir en la provincia de Condorcanqui, mientras que las autoridades siguen sin tomar cartas en el asunto, permitiendo y legitimando así violaciones a menores de edad.  

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Lo que sucede en Condorcanqui no es un fenómeno nuevo. A finales del 2019, el director regional de Educación de Amazonas, Roger Guevara, denunció que los abusos contra estudiantes menores de edad se habían elevado a más de 400. Contó que las menores eran llevadas con engaños a las casas de los profesores o a las direcciones de los colegios y ahí eran violadas y/o sometidas a todo tipo de tocamientos. El funcionario reveló que, en la UGEL, los expedientes con denuncias, lejos de ser procesados, estaban guardados en grandes bolsas de yute y denunció la inoperancia de la fiscalía en los casos que le habían sido derivados.

Nada ha cambiado en la provincia de Condorcanqui durante todo este tiempo. Ahora, con el incendio de la UGEL, lo que se está perpetuando es, una vez más, la impunidad para los agresores sexuales. Abrir de nuevo los expedientes significa revictimizar a las menores, significa seguir esperando por justicia, significa que los profesores culpables sigan dictando clases, quizás, perpetrando abusos y lo peor todo, significa que muchas denuncias no vuelvan a hacerse.

Se puede quemar expedientes, pero no se puede desaparecer la realidad. En Condorcanqui, menores de edad son víctimas de abuso sexual por parte de sus profesores y lo estamos permitiendo.

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