El congresista Guillermo Bermejo ha pasado de ser un lobo solitario en la Bancada de Perú a ser la vedette, “el consigliere” del presidente y su aliado en la bancada y con las bases más allá de Vladimir Cerrón.

Tres de octubre, el presidente visita Pichari en Cuzco para inaugurar el CITE-Agroindustrial Vraem, acompañado del congresista Guillermo Bermejo, anuncia que el sueño de su gobierno es industrializar la hoja de coca y construir un aeropuerto comercial en el aeródromo Pichari.

Además de cosechar aplausos entre los cocaleros, el presidente aprovecha el viaje para hablar largo y tendido con el congresista Bermejo, que es quién le propone al abogado y expolicía, Luis Barranzuela, como nuevo ministro del Interior. En este viaje el presidente se convence de que es el adecuado.  Nada más volver a la capital, se reúne con Luis Barranzuela en su casa de Breña y listo. El 8 de octubre se pone el fajín de ministro del interior. En un primero momento, todos resaltamos solo el hecho de que Barranzuela había sido hasta ese día abogado de Vladimir Cerrón en el caso los Dinámicos del Centro y también el abogado del partido Perú Libre.  Una vez más subestimamos al presidente, lo que fue determinante para él, nos cuentan, es que el nuevo ministro tuviera su misma mirada sobre la política relativa a hoja de coca, que ha sido activista contra la erradicación y haya asesorado a varias asociaciones cocaleras. Era su promesa de campaña, la suya, no una de las heredadas de Perú Libre.   Y, además, mató dos pájaros de un tiro porque, con su nombramiento en interior y de taquito, le dio un poco de gusto en la yema a su socio Vladimir Cerrón. No deja de ser un regalo que tu abogado pase a ser el jefe político de la policía que te investiga y que te puede detener. EL congresista Bermejo conoce el tema cocalero, ha pateado el Vraem y trabajó, por ejemplo, con la líder cocalera Elsa Malpartida cuando fue parlamentaria andina. Actualmente Bermejo está siendo procesado por sus vínculos con Sendero Luminoso, el fiscal pide 15 años de prisión para él. El presidente no habla, pero cuando cose, parece que no da puntada sin hilo.

Ese día, antes de jurar por todo lo que hay que jurar, Luis Barranzuela fue al congreso y visitó a su mecenas, Guillermo Bermejo.  Según el registro de visitas del congreso, entró a las 12.26 de la mañana y salió a las cuatro y cincuenta y dos de la tarde. Quizás en la oficina del congresista le almidonaron la camisa para la juramentación, quién sabe. Pero ese día el tráfico en la oficina del congresista Bermejo fue intenso. A las 4 y 52 de la tarde salió el que iba a ser ministro del interior y tres minutos más tarde lo fue a visitar Raúl Noblecilla, su asesor y socio de Barranzuela, y también fue a visitar al nuevo consigliere, Eduardo González Toro, quién un par de horas después también sería nombrado ministro, en su caso, de energía y minas. El factor Bermejo ha llegado, no sabemos si para quedarse.

EL suyo ha sido el nombramiento más cuestionado, cuentan lenguas informadas que el presidente le preguntó a Barranzuela esta semana: “tú eres aguantador? Así, con estas palabras. "Si eres aguantador te quedas”, y se ha quedado. Lo primero que ha hecho es contratar como su defensor legal al abogado de su mentor Guillermo Bermejo. La fiscalía pide 15 años de prisión para el congresista Bermejo por sus presuntos nexos con Sendero Luminoso y al actual ministro le han abierto investigación por presuntos cobros irregulares a la azucarera Tumán. Y ahora comparten abogado. Lo segundo que ha hecho es arremeter contra DEVIDA, la entidad encargada de conducir la estrategia nacional de la lucha antidrogas, el ministro la ha calificado de corrupta e inoperante. Frente a estas declaraciones el jefe de Devida presentó su renuncia y la premier se la aceptó, porque el presidente está de acuerdo con lo dicho por su ministro del interior.

Sintiéndose más respaldados y protegidos políticamente que nunca los cocaleros se levantaron contra la erradicación que había empezado tímidamente luego de la pandemia. Así han sido agredidos los miembros del CORAH, los erradicadores. El viernes bloquearon la carretera Interoceánica.

A ver ahora cómo resuelve el ministro su primer bloqueo. De un lado, asegura que no cejará en su lucha contra el narcotráfico (como policía sirvió en Dirandro) y viaja a Mazamari solo para hacerse la foto con un decomiso de clorhidrato de cocaína y, por otro lado, da alas, no solo a los cocaleros empobrecidos y olvidados, sino a los que viven de ellos, los narcotraficantes. Cambiar de un día de para otro la política de la lucha antidrogas es muy peligroso. El Perú tiene suscrito con EE.UU. un convenio que implica que se erradiquen 25.000 hectáreas año, y parece que la decisión del gobierno es arrancar muchas menos, no entrar al VRAEM solo hacer algunos recortes por la periferia del mismo, y erradicar en las zonas donde hay mayores extensiones de sembríos. Al año, salen del país unas 750 toneladas de droga y solo se interviene el tres por ciento. Más de 200.000 familias, muchas de ellas, en pobreza extrema, viven de la hoja de coca, estando en crisis y si se levanta la mano con la erradicación y no se implementa otra política que funcione, muchas más familias pueden ver en la hoja de coca su salvación.

Lo que empezó en Pichari, en Pichari ha terminado. Segunda vuelta de la campaña electoral. Entonces los dos eran candidatos, uno a la presidencia y el otro al congreso. Pedro Castillo y Guillermo Bermejo reunidos con cocaleros decían esto

Hace unas semanas los dos volvieron juntos a Pichari y volvieron para cumplir lo que prometieron. Luis Barranzuela es la prueba.

Lo otro que ha hecho el ministro del interior es sacar un comunicado dónde se informa a la ciudadanía que el ministro ha dado la orden a la policía de que intensifique la búsqueda de los que están prófugos por el caso los Dinámicos del Centro. Traducido, sería así: el abogado que los consideró inocentes y perseguidos políticos ahora, como ministro, informa que está pidiendo a la policía que se ponga la pilas y que los capture. A todas luces, al sur de surrealismo. Quizás él, que sabe bien como viene el tema de los dinámicos, elija el poder a la defensa de su ex defendido. O quizás, todo sea una puesta en escena muy dinámica. ¿Quién sabe?

Perú Libre saltó por los aires nada más conocerse a los integrantes del nuevo gabinete. Habían perdido el premierato, sus anti ministros habían sido ratificados y solo tenían del lápiz hasta el tuétano, al ministro de energía y minas y un poco menos al del interior. Esta semana el partido, no la bancada, el partido, mediante este comunicado, anunció que no le dará el voto de confianza al nuevo gabinete. Porque consideran, sus “militantes natos”: “que existe un inocultable giro político hacia el centro derechismo, con aumento de caviares”. Dejaron constancia, además, de que no se sienten representados por las ministras militantes Dina Boluarte y Betsy Chávez, ya que consideran que aceptaron al cargo sin contar, ni informar, ni haber sido propuestas por el partido y partido llama a los “congresistas, militantes natos” a recomponer su bancada propia, ya que, por ejemplo, el grupo de maestros tienen un proyecto de partido propio. El grupo de los maestros está contento con el nuevo ministro de educación y, al parecer, no va a abandonar la bancada, porque no es el momento y los moderados han llamado a la unidad, así que, aunque están invitando a irse a los “no natos”, parece que nadie se va a ir y no hay forma política ni legal de que los expulsen, porque sus estatutos no contemplan esa posibilidad por una causal como la que plantea el Gran jefe de los natos.  La única opción es que se vayan ellos, pero jamás van a dejar el nombre del partido en otras manos, actuar como francotiradores de su gobierno puede salirles caro, en este momento.

El grupo de los maestros más el grupo de los moderados serían unos 25 aproximadamente, y lo que Vladimir Cerrón llama “congresistas militantes natos” conforman un grupo que ronda los 12 congresistas, pero Guillermo Bermejo podría arrastrar a alguno de ellos a que vote sí a darle la confianza al próximo gabinete. Si finalmente, se escinde la bancada, Fuerza Popular pasaría a ser el partido más fuerte en el hemiciclo. Cerrón con estos pronunciamientos puede estar intentando, además de mantener sus promesas de campaña, congraciarse con las bases con miras a las elecciones municipales y regionales, pero de ahí a un divorcio sin posible reconciliación con el presidente hay mucho trecho.  Desde adentro, muchos ven lo sucedido como una pataleta de Vladmir Cerrón.  Además, está el factor Bermejo, que ni es maestro, ni es moderado, ni es cerronista a pie juntillas, que tiene arrastre en bases como cocaleros y buenas relaciones con todos los grupos de Perú Libre. De no ser sentenciado por vínculos con Sendero Luminoso, Bermejo podría abrir otro camino dentro de la izquierda.  De hecho, ya apunta maneras, al día siguiente de la juramentación del nuevo gabinete, se hizo un tour de ministros, visitó a su colega, Betsy Chavez de Trabajo, a su ahijado del Interior y fue recibido también, en solitario, por la premier Mirtha Vásquez. Guillermo Bermejo está de moda, el presidente lo ha puesto de moda. Y ya estamos aprendido que él no habla, pero sí gobierna.

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