La congresista de Podemos, Digna Calle, vive en los Estados Unidos desde enero gracias a una serie de licencias sin goce de haber que le concedió la Mesa Directiva anterior. Sin embargo, seguía asistiendo a algunas sesiones de manera virtual e incluso votando.

La última licencia que pidió a fines de julio fue declarada improcedente lo que podría terminar beneficiándola, pues ahora podrá seguir asistiendo virtualmente a las sesiones del Pleno y de las comisiones, y votando; solo que ahora sí cobrará su sueldo viviendo en Estados Unidos.

Dos congresistas han presentado denuncias constitucionales en contra de Calle por abandono del cargo, pidiendo inhabilitarla por hasta 10 años. ¿Cómo evitar que los congresistas se ausenten del congreso durante largos períodos abandonando las funciones para las que fueron elegidos?

Las soluciones al problema son diversas: modificar el reglamento del Congreso imponiendo límites de tiempo a las licencias, crear la figura de la vacancia congresal o permitir que los congresistas puedan renunciar a sus cargos.

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