Ella es la expresidenta del congreso, María del Carmen Alva, fuera del hemiciclo y de su curul, en el patio. Aprovechamos la fugaz calma de un intermedio parlamentario, lejos, por unos días, de sus tan polémicas intervenciones. Hablamos de todo un poco, de Paniagua, de su episodio con Chabelita, de su presunto desplante a Castillo, de sus confrontaciones con la prensa, de caviares, de rojos, de fachos, de racismo, de su ruidoso episodio con la alcaldesa de Ocoña, de su censurada sucesora Lady Camones, del adelanto de elecciones como salida de la crisis. Estaba con la congresista María Agüero, de Perú Libre, oficialista y cerronista, quien, desde la orilla opuesta, matizó esta conversación.

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