La fiscal suprema Delia Espinoza está en su particular batalla, volver a integrar la Junta de Fiscales Supremos (órgano que gobierna el Ministerio Público y que elige entre sus miembros al o a la fiscal de la Nación). Fue nombrada fiscal suprema en noviembre del año pasado y automáticamente la Junta de Fiscales Supremos la citó vía WhatsApp, pensó que sus pares le iban a dar la bienvenida pero lo que dieron fue el adiós. En esa sesión se votó quién iba a ser el representante de la Junta ante el Jurado Nacional de Elecciones, y por cuatro de los cinco votos fue la elegida. Reconoce que de buena fe participó en esa votación y aceptó el encargo.

Pasado el primer trago amargo empezó a acopiar información y empezó su particular batalla por volver a la Junta de Fiscales Supremos. Considera que su designación, por cuatro años, ante el Jurado Nacional de Elecciones fue arbitraria, y que además se sustentó en documentación falsa. Sostiene también que hay vacíos legales que permiten que opere indiscriminadamente la fuerza de los votos y la costumbre. Recientemente ha presentado una demanda de amparo contra la Junta de Fiscales Supremos cuyos miembros, a su pedido, la recibirán este viernes por espacio de diez minutos para que explique los motivos de su accionar legal.

A día de hoy la Junta de Fiscales Supremos está integrada por tres magistrados supremos: la fiscal de la Nación, Patricia Benavides; el exfiscal de la Nación, Pablo Sánchez; y Juan Carlos Villena. El mínimo de integrantes para que haya quorum. Zoraida Ávalos era la cuarta integrante pero el Congreso la inhabilitó por cinco años, como no ha renunciado al cargo ni la Junta Nacional de Justicia la ha destituido, no se puede nombrar a nadie en su lugar.

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