"Le debo la vida a Trilce, de César Vallejo": Irene Vallejo en Hora de Leer

La autora de El Infinito en un Junco, el premiado y celebrado ensayo sobre la historia de los libros en la antigüedad habló con Epicentro sobre el origen del amor a los libros, la pasión lectora, el gusto que tenemos por las historias, y la relación especial que tiene con la literatura peruana y particularmente con el gran César Vallejo.

El padre de Irene Vallejo tenía el apellido duplicado. Era un joven español en plena dictadura franquista, consiguió de manera clandestina una edición de Trilce, del poeta peruano César Vallejo, que estaba prohibido en esos tiempos, y se lo regaló a una joven que después sería su novia, esposa y madre de su hija Irene. Fue un romance que se alimentó de la literatura y cuyo fruto es una apasionada de los libros. Irene Vallejo llegó a Perú para asistir a la décima edición de Hay Festival Arequipa y habló con Hora de Leer sobre el placer compartido de la lectura.  

La autora de El Infinito en un Junco dijo que admira profundamente la literatura peruana y literalmente que le debe la vida a la obra cumbre de Vallejo: "Yo le debo la vida a Trilce de César Vallejo; en mi familia los versos de Vallejo han estado salpicando las conversaciones familiares, hasta tal punto lo llevamos dentro que casi es un ADN que nos hemos grabado nosotros mismos". También dijo que su madre admiraba a Arguedas y la literatura andina peruana en general. Pero también habló de su gusto por Blanca Varela y del deslumbramiento que vivió con la obra de Mario Vargas Llosa y en general con boom latinoamericano en un momento en el que la literatura española resentía el peso de la censura franquista. "Tengo una prima que se llama Aída por la Conversación en la Catedral", dijo.  

Además, se mostró agradecida por el apoyo que le dio el premio Nobel Mario Vargas Llosa cuando se publicó El Infinito en un Junco: "sin conocerme de nada,  tuvo la generosidad de apoyarme, es fabuloso, es uno de los momentos que no olvidaré nunca".  

Iba a ser el último libro 

Irene Vallejo contó que escribió El Infinito en un Junco con la convicción de que con él cerraría el capítulo de la literatura en su vida porque había tenido poco éxito con sus obras anteriores, pero luego ocurrió el  milagro, la sorpresa del éxito abrumador de su libro, que tenía la intención de ser un elogio de los libros a partir de lp que ella sabe, que es la historia y la filología y se volvió el símbolo del amor a los libros y a la lectura además de una declaración de gratitud a quienes a lo largo de los siglos han permitido que los libros se conserven, evolucionen y lleguen a nuestras manos.  

"Mi sensación es de una profunda gratitud a esa tribu a quien yo llamo cariñosamente mi tribu del junco que existía sin que yo lo supiera. Yo, que me sentía la rara por amar los libros, resultó que existía una gran familia dispersa y lo hermoso de El Infinito ha sido ese salir a la superficie en un mimento en el que se vaticinaba el fin de los libros y entonces insospechadamente un libro que hablaba de las humanidades, de la filosofía, de la historia y del amor por la palabra escrita de repente se convierte en algo que nadie esperaba, que nadie había podido prever".  

 En esta entrevista Irene Vallejo habló de los intentos de censura de ciertos libros y de una tendencia a plantear que los niños deben estar alejados de libros que les muestran realidades duras, cuando se trata de todo lo contrario: la lectura les muestra la realidad de un mundo difícil y les da herramientas para protegerse.  

Esta es la entrevista completa que concedió Irene Vallejo a Clara Elvira Ospina en Hora de Leer: