Opinión sobre la ley de 'terrorismo urbano': ¿éxito incierto?
“A la ley de ‘terrorismo urbano’ no le auguro éxito”, .

"A la ley de 'terrorismo urbano' no le auguro éxito"

Experto en criminología e investigador del fenómeno de la extorsión cuestiona el proyecto de ley remitido por el gobierno de Dina Boluarte para enfrentar a las organizaciones criminales dedicadas a matar por encargo y a extorsionar. Ha investigado los estados de emergencia en el Callao y su conclusión es que no solucionan ningún problema.

El proyecto de Ley del Ejecutivo que crea la figura delictiva de "terrorismo urbano" contribuirá "poco o nada" en la lucha contra las organizaciones criminales y, por lo tanto, no le augura "ningún éxito", concluyó el investigador de GRADE y experto en criminología y el fenómeno de las extorsiones, Wilson Hernández, en diálogo con el programa "Réplica", de Epicentro Tv. 

"Muy probablemente va a contribuir en poco o nada. Los delincuentes se fijan en tres cosas: uno, en la probabilidad de ser identificados; dos, en ser capturados; y tres, en recibir sanciones severas. Pero, esta tercera posibilidad les importa muy poco o nada, por lo que, en distintos países hay una conclusión: que aumentar las penas no los disuade", señaló. 

Dijo ello en referencia a que el proyecto de ley remitido este jueves por el gobierno de Dina Boluarte al Congreso para su discusión y eventual aprobación, plantea penas de treinta años y hasta cadena perpetua para las formas agravadas de extorsión y sicariato. 

"Si la solución bandera es aumentar las penas, definitivamente, no va a traer ningún tipo de cambio. A esta ley no le auguro mucho éxito. Además, no es una medida que no sea común. Se han aumentado las penas a otros delitos, pero siguen y siguen en aumento", cuestionó. 

Hernández -cuya investigación sobre la extorsión en la ciudad norteña de Trujillo forma parte de una investigación mayor sobre el crimen en América Latina titulada "La muerte es un negocio"-, sostuvo que ningún criminal está pendiente de si el delito que comete tiene una pena más alta y, por lo tanto, eso no es algo que vaya a frenarlos. 

También criticó que los legisladores piensen siempre en las medidas máximas y que, como éstas van a fallar, luego darán el siguiente paso, que el investigador calificó como "mucho más punitivo", pues "forma parte de un plan de mano dura más grande". 

"Lo que se está viendo hoy en Centro América es más o menos el camino hacia donde nosotros estamos yendo. O sea, después volveremos a escuchar que la solución es la pena de muerte y regresaremos a la lógica del populismo punitivo", advirtió. 

Estados de emergencia fallidos

Hernández también participó en investigaciones que evaluaron el impacto de los estados de emergencia decretados por el Ejecutivo en la Provincial Constitucional del Callao en los años 2015 y 2023. Su conclusión es que no solucionaron ningún problema. 

"Identificamos que el estado de emergencia del 2015 no tuvo efecto en el porcentaje de las personas que fueron víctimas de delito. Sí tuvo efecto en la victimización con algún tipo de arma; cayó muy poquito y la gente sintió un poco de tranquilidad, y el miedo al crimen se redujo un poco. Pero, una vez que terminó el estado de emergencia, todas las cifras regresaron al estado anterior a la declaratoria de emergencia", explicó. 

Por ello, señaló que, "en el balance", en el Callao "no pasa nada, no identificamos efectos" tras los estados de emergencia. 

"Durante los estados de emergencia el crimen se desplazó, y alrededor de 3 kilómetros de la frontera del Callao aumentó la victimización. Varios de los actores delictivos que entrevistamos nos dijeron que se tuvieron que mudar al ver a tanto policía y militar, pero, cuando la cosa se calmó, regresaron", explicó. 

Aumento de extorsionadores

Según el investigador de GRADE, las estructuras de las organizaciones criminales dedicadas a la extorsión varían mucho y funcionan con una "lógica empresarial". 

"Los reportes del Ministerio del Interior describen bandas más grandes de organización criminal, con más gente, son más complejas y funcionan como una empresa grande, con diversos roles y contactos. Ese nivel de complejidad no va a ser captado por la ley, y elevar las penas no le genera ningún tipo de resquebrajamiento a la organización", lamentó.

Más bien, lo que ha ocurrido en los últimos años, de acuerdo con sus investigaciones, es que las organizaciones criminales registraron un crecimiento exponencial. 

"En tres años, entre 2020 y 2023, las organizaciones han pasado de 2,500 integrantes a alrededor de 20,000, lo cual es muy fuerte. Desde mi punto de vista, el delito cayó durante la pandemia del Covid-19, hicimos teletrabajo y la extorsión telefónica se convirtió en una forma delictiva. Bajó el robo en la calle pero subieron las extorsiones telefónicas. Esto es muy complejo como para enfrentarlo con simplemente aumentos de pena", sostuvo. 

Podrás encontrar la entrevista completa aquí: