Las previsiones son sobrecogedoras, más de un millón de peruanos en riesgo por huaicos, 800.000 en riesgo por inundaciones, más de 8 millones en riesgo de sufrir los estragos de la falta de agua. A todo esto hay que sumar las enfermedades, plagas y empobrecimiento que acompañen estos eventos. Sabemos lo que se viene, las autoridades lo saben, pero parecen estar sedadas por la confusión y la incapacidad.

Hay un presupuesto que supera los 8000 millones de soles para que el gobierno nacional, los gobiernos regionales y las municipalidades puedan prevenir y atender emergencias y desastres y, además, mitiguen los efectos del Niño Global al que ya se le escucha llegar. Tienen a la mano 8.000 millones de soles para protegernos, pero no lo hacen. El promedio de la ejecución del presupuesto es del 39 % a dos meses de que termine el año. Es inaceptable, es criminal que esto esté sucediendo.

En la siguiente entrevista Russell Zevallos de la adjuntía para la Administración Estatal de la Defensoría del Pueblo hace una radiografía, mejor dicho una tomografía, de la situación, individualiza responsabilidades, y exhorta a que los gobernantes a que cumplan con su deber de protegernos y a los ciudadanos a que exijamos que lo hagan. Hay demasiado en juego.

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